22 de junio de 2012
Hoy Elena decide quedarse descansando. Busco una ruta
cercana para hacer por la mañana y me decido por la subida al Refugio Falier
desde Malga Ciapela, aunque luego prolongaré el recorrido y lograré hacer cima
en la Ombretta Oriental.
Me acerco con
el coche hasta Malga Ciapela, que es donde arranca el teleférico que sube a la
Marmolada. Desde allí sigo un par de kilómetros por una estrecha carretera que
pasa junto a un camping primero y por una granja de agroturismo después. Aparco
junto a un puente de madera justo donde termina la carretera asfaltada (cota
1.575 m.).
Allí arranca
una pista estrecha que sube hacia el Refugio Falier. También podemos subir el
primer tramo por una senda que nace a mano izquierda, pero como el suelo está
húmedo porque ha estado lloviendo por la noche, prefiero subir por la pista. Al
regresar, en cambio, utilizaré la senda.
Voy solo y
camino a buen ritmo. Pronto llego al desvío marcado como “Valle Franzedas”
(1.727 m.) que es justo donde confluyen la pista y la senda que comentaba anteriormente. Yo
sigo las indicaciones de Refugio Falier, a la derecha.
Gano altura rápidamente por la pista, que se
convertirá más tarde en amplio sendero. Mediante lazadas pronto nos
encaramaremos a un valle colgado donde encontramos una granja (1.908 m.). Un
pastor está ordeñando las vacas. Al fondo del valle veo la enorme pirámide
rocosa del Ombretta, que se ve muy alta y aparentemente inaccesible para un
senderista. Imponen los más de 1.000 metros de desnivel que nos separan todavía
de la cumbre.
Recorro el
herboso valle por la parte derecha. Voy ganando altitud de forma lenta y
gradual. Cuando estoy cerca del fondo del valle veo el Refugio Falier (2.076
m.), a donde llego enseguida.
Me detengo un
momento junto al edificio aunque no veo a nadie, solo unas cabras y unas
gallinas que picotean migas por la terraza. Es muy temprano, así que decido
seguir caminando por la senda que sube hacia el Passo Ombretta. A la derecha
destacan los enormes paredones de la vertiente sur de la Marmolada, que me
protegen del sol y hacen la subida más llevadera.
La vegetación
desaparece conforme gano altitud y veo como la senda progresa en lo alto
atravesando una larga pedrera, de piedras menudas, como gravilla. En todo
momento voy siguiendo las marcas rojas y blancas que me confirman que voy por
el buen camino. Tras superar la pedrera realizando extenuantes lazadas alcanzo
finalmente el Passo Ombretta (2.700 m.). Aquí me tomo un breve descanso para
beber. En lo alto de las paredes de la Marmolada, en Punta Rocca concretamente,
veo el edificio del teleférico, colgado literalmente de las rocas como un nido
de águilas.
Como no estoy
cansado y todavía es temprano decido seguir el sendero que se dirige hacia la
Ombretta, solo para ver si es complicado o no. Paso junto a una cueva y llego
al vivac “Dal Bianco”, que consiste en un sólido refugio de chapa de color rojo
que veía hace rato en lo alto del collado mientras ascendía. Me asomo y veo que
tiene varias literas bien distribuidas en tan escaso espacio.
La senda asciende
y se dirige hacia una pared tumbada de roca y me pregunto por donde se pasará,
pues a simple vista no se distingue un paso evidente. Yo continuo, siempre
pendiente de las marcas rojas y blancas
y finalmente, cerca de la cota 2.800, llego a una zona equipada con varios tramos de
sirga, de unos 30 o 40 metros de longitud total, es el punto clave para superar
la zona rocosa.
Subo
ayudándome de la sirga, que realmente no es necesaria en ausencia de nieve o
hielo ya que hay buenos agarres. En la parte alta persiste un nevero y el
último tramo de sirga se encuentra tapado por la nieve. No veo huellas, parece
raro que nadie haya subido por aquí últimamente.
Como el
nevero es pequeño y apenas me quedan 10 metros para terminar la zona equipada
con sirga pruebo a hacer unos escalones con la punta de la bota. Cuando ya he
atravesado medio nevero veo que la nieve está cada vez más dura y decido bajar.
Creo que hubiera podido atravesarlo sin problemas pero no quiero correr ningún
riesgo, sobre todo pensando que voy solo.
Una vez abajo
observo lo poco que me faltaba y decido intentarlo de nuevo. Subo un poco más
arriba, apenas me quedan tres metros para salvar el nevero pero no lo veo claro
del todo así que me doy la vuelta, esta vez con la idea de renunciar a la cima.
Cuando estoy
a punto de irme veo a la derecha una roca que aflora sobre el nevero y que me
permitiría bordearlo y después atravesarlo por la zona superior ya que me da la
impresión de que por arriba hay una rimaya transitable.
Tanteo la
roca para ver si es sólida. Cuando estoy seguro que ofrece garantías pongo los
pies y hundo las manos en la nieve para equilibrarme. Doy otro paso y salgo a
la roca. A partir de aquí, una fácil subida me lleva a la parte superior del
nevero y efectivamente veo que puedo andar por la rimaya pegado a la pared de
roca.
Superado este
obstáculo salgo a un collado que me pasa a la vertiente Este. Aquí compruebo
que solo me resta superar una nueva pendiente pedregosa, sin nada de nieve,
para encaramarme a la cresta.
Alcanzo la
cresta y la sigo hacia mi izquierda. El sendero sigue estando bien marcado y ya
veo la cima cerca. Son poco más de las 9 de la mañana cuando alcanzo la cruz
que preside la cumbre. Permanezco un rato en la misma contemplando al norte las
cercanas cimas de Punta Penia, donde se llega a apreciar parte del refugio que
hay en lo alto y Punta Rocca. Al sur, continuando la cresta que he recorrido,
se alza la mole del Sasso Vernale, otra cumbre que supera los tresmil metros.
Al Este, con mil metros de caída, veo el vallecito que he recorrido hace un
rato, con la granja en su extremo más alejado.
Tras
descansar y comer algo comienzo el descenso. Bajo rápido por la pedrera hasta
alcanzar el collado que me devuelve al nevero. Repito la operación bordeándolo
por la rimaya con cuidado y continuo descendiendo a buen ritmo. Bajo la gran
pedrera que tanto me había costado subir deslizándome, como si esquiara, y
pronto me planto en el refugio donde me encuentro a los primeros excursionistas
del día. A partir de aquí retorno por la senda desandando el camino.
- Desnivel + acumulado: 1.421 m.
- Horario total: 4,5 h.
- Distancia recorrida: 15,6 km.
- Zona: Marmolada
Sendero, perfectamente señalizado y acondicionado, que sube al Refugio Falier
Refugio Falier y pirámide de la Ombretta justo detrás
Desde el Passo Ombretta veo la pedrera que acabo de superar
Tramo equipado con sirga. El nevero que asoma en lo más alto me dio algún problema
Rimaya por donde pude salvar de forma segura el nevero
Llego a la cresta y por el otro lado veo asomar el Sasso Vernale
Solo tengo que seguir la cresta hasta la cima del Ombretta Oriental
Cima del Ombretta Oriental. Paredes de la Marmolada detrás
Al Este, 1.000 metros por debajo de mis botas veo el Valle Colgado que antes he atravesado
Cima del Ombretta Oriental
Contraste de colores de rocas
Track del recorrido en google
6 comentarios:
Bravo David!!! Enhorabuena por ese 3000, menudas vistas, qué maravilla!!
Qué buena pinta tienen los Dolomitas, siempre los tengo en la lista de pendientes pero siempre tenemos otras "pendientes" que nos obligan a posponer nuestra visita... desde la tropical Panamá me muero de la envidia... :)
Seguid disfrutando por allí!!
Un abrazo.
Gracias Sara!!. Yo también sigo vuestras andanzas allende los mares. Menudas alturas estáis subiendo!. Los Dolomitas me están dejando gratamente sorprendido. Totalmente recomendables!!. Un abrazo
OOOHHH!!!! Nos ha encantado esta nueva aventura David.
Las fotos chulísimas.
Un abrazo
Esther y David. G.
Gracias Esther. Qué bonitos son los Dolomitas!! Un abrazo a los dos.
Me he bajado tus tracks de Dolomitas por si nos cuadra este verano. Todos menos este ....este lo dejo para bucardos de verdad jajaja
Hola Pachi,
Espero que los podáis disfrutar, lo importante es que tengáis buen tiempo para hacer las rutas con calma.
La ruta del Ombretta también la podéis hacer. SI no queréis llegar a la cima podéis subir simplemente al Refugio Falier o incluso si os animáis hasta el Passo Ombretta y ya es una excursión bien maja.
Saludos!
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