Itinerario: Pista de Acumuer en BTT - Ibón Bucuesa -
Pico Bucuesa
Sara y al fondo los paredones de la norte de Peña Nevera
15 de noviembre de 2015
Hoy
ascendemos a una cumbre alejada, poco visitada, pero digna de
interés. No en vano es la tercera elevación del Circo de Ip, solo superada por Collarada y la Pala de Ip. Se alza por
encima de Punta Escarra incluso.
Por el este
rivaliza con las cimas de la Sierra de la Partacua.
Más alta que Peña
Telera, tan solo se ve rebasada por Peña
Retona, por escasos 15
metros.
Su
aislamiento propicia que no existan senderos hasta su cumbre, siendo los hitos escasos y
esporádicos. Ganar su cúspide obliga a realizar algunas trepadas poco
complicadas (grado II aprox.), aunque expuestas en algún punto.
Comenzamos
la ruta en Acumuer (cota 1.090
m.). Aparcamos junto a la barrera que corta el paso a la
pista que remonta el Valle del Aurín.
Esta barrera y la de la pista de Piedrafita
por la vertiente norte son las “culpables” de que las cimas de este sector
resulten tan exigentes a causa de sus largas aproximaciones.
El día es
corto y la ruta larga. Decidimos subir con Bicicleta de Montaña los nueve
kilómetros de pista. Agradeceremos la bajada en bici a la hora de volver.
Pedaleamos
valle arriba, con tranquilidad, hasta el final de la pista (cota 1.500 m.) y ocultamos las
bicis detrás de unos arbustos. Estamos frente al Barranco de la Canal de Punta Espata, cuya cumbre vemos asomar a
lo alto por nuestra izquierda (Oeste).
Comenzamos a
caminar siguiendo el rumbo norte, siempre con el río Aurín a nuestra izquierda.
El sendero se confunde con veredas de ganado. Poco importa ir unos
metros arriba o abajo, pues se trata de ganar altura hacia el estrechamiento
del cauce, por donde el río se precipita formando una pequeña cascada.
Salvado el estrangulamiento
el valle vuelve a abrirse y la vegetación arbustiva desaparece. Caminamos por
pastizales siguiendo un desdibujado senderillo que remonta con suavidad junto
al riachuelo. Por nuestra izquierda se alzan las paredes orientales de las Somolas, y a la derecha hacen lo propio
las estribaciones occidentales de Peña
Retona.
Ocasionalmente vemos alguna marca de pintura blanca-amarilla.
El fondo del
vallecito que estamos recorriendo está cortado por un elevado muro que delimita
la meseta donde se aloja el Ibón de
Bucuesa, y que habrá que superar para llegar a sus orillas. Nos preguntamos
por donde se subirá, aunque enseguida comprobaremos que no plantea excesiva
dificultad.
Los hitos
nos encaminan a la parte izquierda del farallón, hacia las paredes de los Somolas. Subimos por terreno pedregoso
en dirección a un desgajado monolito de roca que ya nos había llamado la atención
desde abajo. Los hitos y marcas de pintura nos guían por la holgada canal durante la subida,
debiendo apoyar las manos en contadas ocasiones.
Alcanzada la parte alta de la pared que nos
cerraba el paso continuamos ganando metros por terreno de pastos. Por la
derecha vemos una depresión herbosa donde se debió alojar la "Balsa de
Aurín", que actualmente está colmatada. Un poco más arriba, superada
una loma, aparecen las aguas del pequeño Ibón de Bucuesa (2.120 m.)
A nuestra
izquierda se despliega la extensa vertiente oriental del Pico Bucuesa, cuya cima parece engañosamente cerca. Para alcanzarla
aun tenemos que ascender más de 600 metros de desnivel.
Giramos a la
izquierda (Oeste) y entramos en el "Corral
Blanco", una especie de anfiteatro encerrado entre las paredes de Somola Alto-Nevera-Cuchillares y Pala
Alcañiz.
La primera parte de la ascensión no tiene más dificultad que el esfuerzo de subir. No hay
senda y apenas encontraremos hitos. La mejor referencia es dirigirse
directamente hacia "Los Cuchillares", una agrupación
de agujas que parecen haberse formado por un plegamiento de estratos, creando una
llamativa estructura llena de fracturas, y con apariencia de presentar una complicada
ascensión.
Por nuestra
izquierda contemplamos la verticalidad de las nortes del Somola y Peña Nevera, en
cuyas umbrías bases ya se acumula bastante nieve.
Cuando ya
estamos bajo Los Cuchillares giramos
a la derecha y continuamos ascendiendo. La pendiente se acentúa y la progresión
se hace fatigosa. Estamos cerca de los 2.600 m. y el terreno empieza a ser escabroso. Recogemos los bastones.
Nuestra cima
queda oculta tras enormes bloques de aspecto infranqueable. Debemos girar
otra vez a la derecha buscando los pasos que nos permiten ir superando resaltes
mediante breves trepadas (grado II aprox.) El terreno está algo descompuesto.
Superado el
primer escarpe giramos a la izquierda (norte) y seguimos ganando altura hasta
alcanzar el cordal divisorio. Al otro lado descubrimos una bonita estampa aérea
del Circo de Ip.
El cordal prosigue
hacia la cima, pero se interrumpe en un nuevo resalte rocoso que a modo de un apilamiento de bloques defiende el
punto más alto. Para vencer la escarpadura habrá que hacer un flanqueo por el
este, por la vertiente del Ibón de
Bucuesa.
No encontramos
apenas dificultades durante la corta travesía horizontal, pero se exige caminar
con cuidado, hay piedra suelta y algún tramo expuesto (no recomendable con
nieve).
Intuimos que
ya hemos rebasado la vertical de la cima cuando se adivina una canal que rompe
la muralla pétrea, y por donde se sube con apoyo de manos. Saldremos enseguida
a un rellano con bloques, muy cerca del hito cimero.
Se puede
ascender también continuando la travesía un poco más al norte (así lo hicimos
nosotros), pero en es caso encontraremos antes de llegar a la cima un "paso de fe", una escotadura de poco
más de un metro que se debe saltar para continuar hasta la cima. Es muy fácil, un
brinco, pero no te caigas...Como ya he comentado, ese salto es evitable si
subimos por la canal.
Estaremos un
rato en la cima, con temperaturas casi veraniegas, sin viento y con un
horizonte nítido. De buena gana hubiéramos demorado la partida mucho más
tiempo, pero estamos a mediados de noviembre, la noche llega pronto y nos queda
un largo camino de vuelta.
Casi al final de la pista de Acumuer (El último tramo es herboso, al fundirse con la pradera)
El vallecito que conduce hacia el Ibón de Bucuesa está bloqueado al fondo por un muro que se supera por la parte izquierda (donde da el sol)
Cualquier sustrato es bueno para echar raíces
Subiendo hacia la Meseta del Ibón de Bucuesa. Pasaremos al lado de ese monolito de roca
Subiendo por la canal donde se apoyan las manos en alguna ocasión
Vistazo atrás desde la parte alta. Abajo el valle por el que hemos ascendido
Ibón de Bucuesa
Somola Alta detrás de Sara y a la derecha asoma Peña Nevera
Subiremos por el llamado "Corral Blanco" en dirección a Los Cuchillares (centro imagen)
Pared norte del cordal de Peña Nevera
A la derecha de Sara "Los Cuchillares"
Marcado en amarillo el recorrido aproximado. Los 200 metros finales de ascensión exigen pequeñas trepadas buscando los pasos adecuados
Pisamos un poco de nieve. Ibón Bucuesa, Pala Rayos y Retona al fondo
Los Cuchillares, observados por el "morro de tiburón" de Peña Nevera
El terreno se empina y nos acercamos a un primer escalón
Ya asoma Collarada
Nevera, Cuchillares y Collarada a lo lejos
Pisamos el cordal momentáneamente y vemos la cima protegida por otro zócalo rocoso
Daniel en el cordal
Bordeamos el zócalo por la derecha (Este)
Las terrazas se estrechan en algún punto
Daniel flanqueando. Arrieles, Palas, Balaitus y Frondiellas a lo lejos
Pala de Ip, Midi y Punta Escarra por el norte
Collarada e Ibón de Ip
Somola Alto, Peña Nevera y Collaradeta
Sierra de la Partacua, a nuestro mismo nivel
Los tres en la cima
Hora de regresar. Bajaremos por la canal
La fácil canal por donde se abandona el zócalo en la vertiente este
Flanqueando de regreso
Prohibido tropezar si no queremos terminar en el Ibón de Bucuesa
Destrepes
Destrepes
Destrepes
Pala de los Rayos y Retona
Pala de los Rayos y Retona
Vistazo atrás, Los Cuchillares
La Depresión de Bucuesa
Bajando hacia el Valle del Aurín
Cruzando la colmatada Balsa de Aurín
Mapa con el recorrido (fuente IGN)
Detalle del tramo entre Ibón de Bucuesa y Pico Bucuesa (fuente IGN)
