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martes, 11 de agosto de 2015

TENERIFE Malpaís de Güímar

El sendero del Malpaís, paralelo a la costa. A lo lejos las nubes cubren el Macizo de Anaga


3 de julio de 2015,
  Hoy viajamos a la costa Este de Tenerife para visitar la "Reserva Natural del Malpaís de Güímar". Por la autovía TF1 llegamos hasta el "Puertito de Güímar" y aparcamos en la parte norte, en una calle lateral donde termina la zona urbanizada (ver localización en el mapa).
  Enciendo el GPS y veo que el sendero pasa a muy pocos metros, un poco más al norte. Caminamos unos 50 metros siguiendo una traza algo difusa y enseguida enlazamos con el bien marcado sendero del Malpaís.
  Es temprano y el sol está bajo, así que decidimos hacer el recorrido en sentido horario, de esta forma disfrutaremos de algo de sombra y evitaremos el sol de frente, ya que está justo sobre la línea de la costa.
  Seguimos la senda hacia la izquierda y nos vamos acercando hacia "Montaña Grande", un redondeado cono volcánico de 280 metros de altura donde luego ascenderé. Es la única elevación destacable en el descarnado paisaje de coladas lávicas que hoy recorreremos.
  Enormes cardones, con su típico aspecto de candelabro espinoso, crecen en el rugoso suelo. También abundan las tabaibas, otros arbustos bien adaptados al piso basal volcánico y las condiciones climatológicas de la costa canaria.
  La senda bordea Montaña Grande por el oeste y se convierte en pista rodada en las proximidades de la autovía. Este "antropizado" tramo tiene poco interés, pero afortunadamente dura poco y pronto giramos hacia el este adentrándonos de nuevo en el solitario cardonal.
  Estamos junto a la ladera norte de Montaña Grande y veo unos grandes hitos de color blanco a media ladera. Pensando que marcan el camino de subida decido ascender por allí hasta la cumbre. Elena me espera descansando junto al camino.
  Los hitos desaparecen un poco más arriba pero veo factible seguir ascendiendo. La única dificultad es la piedrecilla suelta que hace que el avance sea cansado, pero se trata únicamente de ganar metros por una ladera uniforme.
  Alcanzo la parte superior y observo el cráter. El cono es asimétrico y el otro extremo, más alto, está rematado por un vértice geodésico. Decido dar la vuelta al cráter caminando, no me llevará más de 10 minutos. Está pisado y no ofrece ninguna dificultad. Es un buen mirador y se puede contemplar la Reserva Natural en toda su extensión.
  Tras completar el trazado circular desciendo rápidamente por la ladera.  La fina pedrera, repleta de rastros de pisadas, me hace perder metros con prontitud y enseguida me reúno con Elena.
  Continuamos caminando por el sendero que faldea bajo la montaña y observo que por la vertiente este se aprecia una traza muy marcada que sube a la cima. Esa debe ser la subida habitual, y no la que yo he utilizado. No parece haber mucha diferencia, el desnivel es el mismo y la inclinación parece semejante.
  Nos vamos acercando a la costa y el paisaje se vuelve más salvaje y estremecedor. Regresaremos paralelos a la costa, disfrutando de la caminata y la brisa del mar. 
  El sendero serpentea por un oscuro caos de lavas negras y restos colapsados de tubos volcánicos que ofrecen acusados contrastes con el azul del mar. Sin duda es la parte más bonita de la excursión, ha merecido la pena dejarla para el final.



Montaña Grande al fondo. El cardonal-tabaibal, dos especies arbustivas adaptadas al suelo volcánico y la climatología canaria


Dejamos atrás las urbanizaciones del Puertito de Güímar


Vistas hacia la costa desde lo alto de Montaña Grande


Vistas por el oeste hacia las poblaciones de Güímar y La Hidalga


Puertito de Güímar desde Montaña Grande


Seguimos el sendero hacia la costa


Vista del litoral hacia el norte


Malpaís de Güímar


Malpaís de Güímar

Malpaís de Güímar


Malpaís de Güímar


Malpaís de Güímar


Malpaís de Güímar. El sendero serpentea entre las oscuras coladas


Malpaís de Güímar


Malpaís de Güímar


Malpaís de Güímar. Llegando al Puertito, tras completar la circular


Mapa con recorrido realizado en color naranja (fuente IGN)


2 comentarios:

Eduardo Pardo dijo...

Hola David.

Los senderos que van por la costa siempre dan mucho juego, este sin duda por el terreno volcánico le da un plus más.

Me imagino que para hacerla, habrá que tener en cuenta las mareas ¿no?.

Un saludo

David Naval dijo...

Hola Eduardo,
Así es, el tramo que va por la costa es bonito, sobre todo por ser tan diferente a lo que estamos acostumbrados en nuestra tierra.
Creo que las mareas no influyen en esta ruta ya que va un poco alta respecto al nivel del mar. Puede que los días de oleaje muy fuerte si que pueda meterse algo de agua, pero no podría asegurarlo.
Saludos!

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