Baldairán (2.702 m.) por el ibón de Catieras

miércoles, 15 de junio de 2011

Baldairán (2.702 m.) por el ibón de Catieras

12 de junio de 2011,

Hace tiempo que me rondaba por la cabeza subir a la escondida cima del Baldairán, enclavada en un apartado y poco transitado paraje. Propongo la idea y el domingo nos juntamos 9 amigos para ascender este pico partiendo desde el mismo pueblo de Panticosa.

Esta montaña, a pesar de ser casi la cumbre más elevada de su entorno, queda oculta al estar rodeada por los Picos de Foratura, Tablato, Brazatos, Catieras y Ferrera. Sin embargo, es una buena y esbelta atalaya para observar los mencionados picos así como la vertiente sur del macizo del Vignemale, al noreste.

Subimos por la senda que sale justo detrás del telecabina de Panticosa en dirección al valle de la Ripera. Esta senda nos permite caminar a la sombra y es una opción más corta y a mi gusto mucho más agradable que subir por la pista de vehículos. Pasamos por una zona de pastos donde hay que pasar un par de cancelas para el ganado. En algo más de una hora atravesamos un pequeño puente peatonal sobre el río Bolática y salimos a la pista de la Ripera.

Retrocedemos unos 200 o 300 metros por la pista y la abandonamos enseguida para subir por el sendero que nos llevará hacia el collado de Yenefrito. Desde el collado llaneamos un poco junto al barranco Laulot, pasamos junto a un pequeño refugio de ICONA y después atravesamos el barranco, que lleva bastante caudal, por un puente fabricado con chapas. De nuevo comenzamos a subir por verdes lomas hasta llegar a un pequeño portillón rocoso que nos permite pasar a las laderas oeste que caen desde el Pico Ferreras y en pocos minutos nos permitirán alcanzar el ibón de Catieras.

Algunos deciden quedarse descansando junto al ibón y el resto acometemos los 500 m. de desnivel que nos quedan hasta la cima. Desde el ibón ganamos altura hacia el collado Espelunz pero enseguida giramos hacia nuestra izquierda en dirección norte para alcanzar el collado entre los Picos Catieras y Baldairán. Desde el collado acometemos la subida final en dirección este por una pendiente muy pronunciada y con algún paso rocoso fácil. En invierno, con las laderas de nieve dura debe de ser complicado y expuesto pues una caída te llevaría a despeñarte por los cortados que caen al sur.

Llegamos a la cima donde hace bastante fresco y disfrutamos un rato de las vistas. Realmente es un paraje solitario. Al norte tenemos el ibón de Espelunz, los Picos de Brazato y el Tablato y más lejos, al noreste, la inmensa mole del Vignemale.

A la bajada nos desviaremos brevemente desde el collado de Yenefrito para ascender al curioso “Dedo de Dios” o de Yenefrito, un llamativo ariete rocoso que cuelga sobre el valle por donde hemos subido.

Desnivel + acumulado: 1.720 m.
Horario total: 8,5 h.
Distancia recorrida: 22,8 km.