LISTADO DE PICOS

jueves, 27 de febrero de 2014

Bacún Norte (2.195 m.)

Ascensión con esquís y raquetas desde la "Fuente del Paco" y regreso por la pista y atajo

Descendiendo con Punta Espata al fondo

23 de febrero de 2014,

   Hoy nos desplazamos hasta Villanúa, en el Valle del Aragón. Subimos con el coche por la pista de la Trapa y unos 100 metros antes de llegar a la barrera nos desviamos a la derecha por otro ramal de pista que llanea durante más de un kilómetro hasta el paraje denominado “Fuente del Paco”.

  Llegaremos a un puente que permite cruzar el “Barranco de Villanúa o de Bozuelo” y acceder a una pequeña explanada donde ya hay aparcados varios coches (cota 1.260 m.)

  Como a esta altura no hay nieve nos cargamos los esquís y raquetas en la mochila y comenzamos a caminar por el marcado sendero que en dirección Este sube hacia el “Refugio de Espata” (hay cartel indicador).

  Ascenderemos por el pinar dejando el barranco principal a nuestra izquierda, que cada vez irá quedando encajonado más abajo. De vez en cuando atravesamos algún claro en el bosque. Al otro lado del barranco se aprecia el recorrido de la pista que sube hacia el “Refugio de la Trapa”. Nos hubiéramos ahorrado un trecho subiendo en coche pero hay que pedir una autorización para circular por ella.

  Sobre la cota 1.500 el manto blanco ya es uniforme y decido calzarme los esquís. Elena prefiere seguir sin raquetas. Se camina bien ya que la nieve se conserva dura en la umbría del bosque.

  Al alcanzar los 1.630 m. el sendero casi llega a confluir con la pista en una curva cerrada. En ese punto el barranco se puede cruzar sin dificultades. Muy cerca se encuentra también el “Refugio de Espata”.

  Pero obviaremos la pista y continuaremos ganando altura hacia nuestra derecha. Enseguida dejaremos los árboles atrás y saldremos a terreno abierto. Por la izquierda podremos contemplar las altas cimas de Collarada y Collaradeta encaramadas sobre el enorme y característico zócalo rocoso visible desde el Valle. El Somola Bajo nos muestra su pala sur repleta de nieve resplandeciendo bajo el sol. Hoy hubiera sido un buen día para esquiarla.

   Continuaremos ganando altura con tendencia a caminar hacia la derecha. El largo cordal que une el Bacún Norte y el Bacún Sur queda todavía muchos metros por encima de donde nos encontramos y se distingue bastante cargado de nieve.

  Sopla una brisa fría, a pesar del sol, y la nieve está más dura de lo que podría esperarse. Pongo cuchillas en los esquís y Elena se coloca los crampones.

    Continuaremos elevándonos por un lomo en dirección al Collado de Espata, que separa Punta Espata del Bacún Norte. La pendiente va en aumento así que me pongo también los crampones y camino justo detrás de Elena para asegurarme de que sube sin problemas.

  Con la vertical silueta de Punta Espata frente a nosotros bordearemos por la izquierda una cota irrelevante y alcanzaremos un pequeño rellano intermedio antes de llegar al collado. Elena decide quedarse descansando resguardada al sol.

  La nieve sigue dura, el viento frío no permite que fusione. Continúo con los crampones hasta el amplio Collado de Espata (2.040 m.). Allí giro a la derecha y acometo la ladera norte que asciende directa hacia el Bacún. La pendiente es fuerte al principio. Después cede un poco pero se mantiene sostenida y sin descansos hasta la misma cumbre.

  Alcanzo el hito cimero. Contemplo las amplias vistas durante unos minutos. Por el sur el cordal se divide en dos ramales formando una “U” que abraza el Barranco de Iguácel. En los extremos de la “U” se emplazan las más modestas cimas del Bacún Sur, donde se han formado vistosas cornisas de nieve, y el Pico de la Leta.

  Por el norte veo la cercana Punta Espata, casi a mi misma altura, y Collarada al fondo alzándose blanca y majestuosa mucho más arriba.

  Al noreste llaman la atención las intrincadas paredes occidentales de Peña Retona que se desploman retorcidas hacia el río Aurín, cuyo curso discurre 700 metros más abajo de donde me encuentro.

  Miro con resignación las laderas repletas de nieve primavera en la vertiente del Valle de la Garcipollera. Llevan ya unas horas recibiendo la radiación solar y tienen que estar perfectas para esquiar.

  Por contra tendré que descender sobre mis pasos por la gélida ladera norte. Estoy tentado de bajar esquiando pero por seguridad, como voy solo, decido continuar con crampones hasta el collado.

  Allí me coloco los esquís y en cuatro giros me reúno con Elena. En lugar de descender por donde hemos subido bajaremos más hacia el norte, en dirección al Barranco de Bozuelo. Las pendientes aquí son más suaves que por donde habíamos ascendido. Elena continúa con crampones y yo voy de aquí para allá revoloteando con los esquís. Busco las vaguadas orientadas al sol donde la nieve está perfecta para esquiar. Disfruto como un enano.

  Para hacer la ruta circular decidimos regresar por la pista, que conserva bastante nieve. Durante casi cuatro kilómetros me dejaré deslizar e iré haciendo algunas paradas para esperar a Elena.

   En los mapas aparece un atajo que acorta bastante el camino hasta la Fuente del Paco y permitiría ahorrar un buen trecho de pista. Voy atento y sobre la cota 1.370 veo un hito de piedras que marca el desvío. Resulta ser una pista maderera muy limpia y por donde se camina con comodidad.

  Ha sido un acierto pues en pocos minutos salimos otra vez a la pisa de la Fuente del Paco, a menos de un kilómetro del coche. He marcado el desvío en el track.

  • Desnivel + acumulado: 945 m
  • Horario total: 5,5 h.  
  • Distancia recorrida: 12,3 km.




Comenzamos a caminar por el sendero de la "Fuente del Paco"


Sobre la cota 1.500 ya encontramos nieve uniforme. Está un poco dura y se camina con comodidad


Hemos dejado el bosque atrás y ascendemos por las lomas hacia el Collado de Espata


Elena decide quedarse esperando en este rellano, antes del Collado de Espata


Las paredes occidentales de Peña Retona muestran escarpaduras y pliegues 


Por el Oeste se divisa el Bisaurín, Llena del Bozo y de la Garganta, Aspe y Lecherines


Elena desciende con crampones por laderas que todavía permanecen duras a causa del viento frío


Punta Espata y los cortados de su vertiente norte


Bajando en dirección al barranco las pendientes son menos pronunciadas que por donde hemos subido


La pista de la Trapa conserva nieve durante varios kilómetros


El atajo resulta ser una especie de pista maderera limpia y agradable para caminar

Leer más...

martes, 25 de febrero de 2014

Peña Ezkaurre (2.047 m.)

Ascensión con esquís desde el Valle de Belabartze (vertiente norte)

Cima del Ezkaurre. Vistas hacia el este

22 de febrero de 2014,

   Por fin llega el ansiado anticiclón. A propuesta de Daniel Mur intentaremos Peña Ezkaurre por una ruta inédita para la mayoría de nosotros. La convocatoria tiene éxito y nos juntamos dieciséis personas (Bea, Daniel, Isidro, Nacho, Victor, Leo, Rafa, Luis, Carlos, Angel I, Angel II, Javi I, Javi II, Pepe, José Mari y yo). Todos vamos con esquís excepto Carlos que lleva raquetas. Bea es la única chica, no se arredra ante nada.

   Para llegar al punto de inicio pasamos por Ansó y subimos hasta Zuriza. Cruzamos a Navarra por el Alto de Argibiela (1.295 m.). Descenderemos por el Valle de Belabartze unos 5 kilómetros hasta ver una nave grande a mano izquierda con el tejado de color rojo. Aparcamos junto a la carretera a escasos metros de la nave.

   Una vez pertrechados comenzamos a caminar en dirección sur. Enseguida llegaremos al riachuelo que conforma el Barranco de Belabartze. Baja calmado pero caudaloso y nos hace perder algo de tiempo para cruzarlo sin mojarnos los pies.

   Tras vadear el río caminamos unos metros por un prado y enseguida nos introducimos en el bosque. Es importante dar correctamente con el sendero que asciende por el hayedo para progresar con comodidad. Hay algunos hitos pero son escasos.

   Portearemos esquís unos 250 metros de desnivel pues en la parte baja no queda nieve. Las lluvias y el ambiente cálido fundieron el manto los días pasados.

  Nos calzamos las tablas un poco antes de salir del bosque. Desembocaremos enseguida en un rellano donde persisten las ruinas de una antigua caseta de pastores.

  Llanearemos hacia la izquierda unos 300 metros antes de poner rumbo sur de nuevo para dirigirnos a un visible collado que marca la ruta más lógica de ascenso. Hay nieve abundante pero las rocas blanquecinas que sobresalen y la morfología del terreno dejan entrever que estamos en un paisaje kárstico.

  Alcanzaremos otro rellano superior y veremos una vaguada que se abre a nuestra izquierda (Este). Frente a nosotros se alza una vistosa cima pero no es el Ezkaurre. Es solo una de las elevaciones que conforman el largo cordal calizo de esta montaña. Nuestro objetivo se emplaza en el extremo oriental y todavía no es visible.

   Remontaremos por la vaguada hasta un colladito y desde allí comenzaremos a ganar metros rápidamente por las lomas en dirección sureste. La nieve está dura en algunos tramos y a nuestra izquierda se intuye un agujero en forma de embudo que aparenta ser una sima. Ponemos cuchillas para evitar resbalones.

   Siempre en dirección sureste continuaremos ascendiendo hasta ganar el cordal. Avanzaremos después por el lomo hasta coronar la elevación donde se alza el vértice geodésico que marca la cima de Peña Ezkaurre.

   La cima es amplia y forma una pequeña meseta donde nos llaman la atención un montón de losas dispuestas de canto, levantadas por algunos montañeros que visitan esta cima. Desconozco si tiene algún significado.

  Estaremos casi una hora en lo alto contemplando las vistas y dejando que la nieve transforme. Nos acercaremos hasta el extremo oriental de la montaña para disfrutar del paisaje al otro lado del valle de Zuriza. Destaca la cercana Sierra de los Alanos, cuyo valle colgado ofrece una singular visión. Algunas nubes pasajeras cubren las cimas fronterizas.

  Descenderemos sobre nuestros pasos. La nieve dura en altura dará paso a nieve transformada en cotas más bajas y en las vaguadas donde ha recibido el calor del sol. Disfrutaremos de breves pero buenos momentos esquiando.

  De nuevo llegaremos al bosque, la nieve desaparecerá y tendremos que descalzarnos los esquís. Un porteo de media hora por la embarrada senda nos devolverá de nuevo a los coches.

  Finalizaremos la jornada entre bromas, tomando unas cervezas y picoteando junto a los coches antes de despedirnos.



  • Desnivel + acumulado: 1.000 m
  • Horario total: 6 h.  
  • Distancia recorrida: 11 km.




Hoy somos un grupo muy numeroso


Salimos del bosque y llaneamos un rato 


Subimos en busca de un primer collado


Por detrás contrastes de nieve y verde


El terreno kárstico tiene una belleza singular


Cada cual traza su camino


Suaves laderas antes de alcanzar un segundo rellano


Tras remontar una vaguada nos ponemos en fila y acometemos las pendientes más pronunciadas


De pronto una algarabía en las alturas. Son las grullas en formación volando hacia el norte


Nuestro rumbo es sureste la mayor parte del tiempo


Nos acercamos al cordal cimero


Cada uno a su paso vamos alcanzando la amplia cima del Ezkaurre


Todos, toda y el can en la cima


Por el este asoman el Castillo de Acher y el curioso valle colgado al sur de los Alanos


De izda. a dcha. Chinebral, Anzotiello, Quimboas, Petraficha, Chipeta, Castillo de Acher, Rincón de Alano, Peña Forca.


Bajando. De vez en cuando paramos para reagruparnos


Porteo por el hayedo de vuelta al coche




  • + Fotos (pinchar aquí para ver todas las fotos en Picasa)
  •   Track (pinchar aquí para ver o descargar la ruta de Wikiloc)
  •   Crónica de Daniel Mur (pinchar aquí para ver la reseña y fotos de Daniel)
  • Leer más...

    jueves, 20 de febrero de 2014

    Belonseiche (2.297 m.) desde Astún


    Típica imagen del Aspe desde Astún

    16 de febrero de 2014,

       La climatología fue benévola el domingo por la mañana. Buena visibilidad, ausencia de viento, temperatura agradable, e incluso el sol asomó tímidamente un par de veces. La abundante nieve y las buenas condiciones para esquiar hicieron que la jornada casi se nos hiciera corta.

      La ruta elegida es relativamente fácil y se hace tranquilamente en una mañana. Desde Astún subiremos al fronterizo Pico Belonseiche por las proximidades del Barranco del Escalar.

       Somos nueve: Anayet, Bea G., Sandra, Rafa, Juan, Isidro, Luis, Daniel y yo. Hoy me siento el “rarito” del grupo. Todos van con esquís cortos menos yo.

       Desde el aparcamiento de Astún (cota 1.700 m.) comenzamos a foquear junto al telesilla de truchas remontando por la margen orográfica izquierda del Barranco del Escalar (dejamos el barranco a nuestra izquierda subiendo). Poco a poco nos iremos alejando de los remontes dejándolos a nuestra espalda.

      La pendiente cede pronto y por terreno suave continuamos progresando rumbo norte por las cercanías del barranco, que está repleto de nieve.

      Donde el barranco se estrecha cambiamos de margen orográfica aprovechando la huella de los grupos que nos preceden.  Progresamos ahora por las laderas orientales de los Picos Benou y Belonseiche hasta desembocar junto al rellano donde se aloja el “Ibón de Escalar” o “de las Ranas” (cota 2.078 m.). Con nieve estable y abundante esta ruta no ofrece dificultad pero cuidado si el barranco está “abierto”, con nieve helada o riesgo alto de aludes.

       Sin bajar al ibón giraremos a la izquierda para continuar ascendiendo por una amplia vaguada hasta el “Collado de Audas” (cota 2.200 m.), paso natural entre los Picos Belonseiche y Escalar.

      Alcanzado el collado fronterizo giramos a la izquierda (suroeste) para ascender por el cordal con los esquís puestos hasta la cima del Belonseiche.  Llevamos cuchillas porque hay algún tramo duro.

      Estaremos un rato en lo más alto contemplando el horizonte. La visibilidad sigue siendo buena. El Aspe presente un aspecto formidable por su cara norte, recubierta de un hipnótico manto blanco.

       Descenderemos esquiando sobre nuestros pasos pero en la parte final variaremos la ruta. No cruzaremos el barranco sino que continuaremos por la margen orográfica derecha bordeando el Pico Benou por su vertiente sur.

       Si levantamos la cabeza veremos en cotas altas multitud de paraludes que protegen los edificios de Astún. Unos cuantos pinos adornan las faldas de la ladera. Aprovecharemos la buena innivación para esquiar a placer entre los árboles hasta la carretera de acceso a la urbanización. Cruzaremos el asfalto y continuaremos esquiando por el talud que nos separa del aparcamiento casi hasta el mismo coche.


    • Desnivel + acumulado: 608 m
    • Horario total: 3,5  h.  
    • Distancia recorrida: 6,6 km.




    Aspe y Llena de la Garganta


    Rafa ascendiendo los primeros metros


    Anayet e Isidro


    Acercándonos al Collado de Audas. El Belonseiche es la cima redondeada del fondo


    Rafa y Sandra en el Collado de Audas


    Anayet e Isidro en el Collado de Audas


    Nos reagrupamos en el collado


    Castillo de AcherPeña Forca y Rincón de Alano sobresalen por encima del Acué 


    Ascendiendo al Belonseiche por el lomo desde el Collado de Audas


    Lecherín, Aspe, Llena de la Garganta y Llena del Bozo


    Bisaurín y Puntal de Secús


    Pico de los Monjes y Midi


    El grupo al completo en la cima


    Bajando, llegando de nuevo a Astún


     

    Leer más...

    martes, 18 de febrero de 2014

    Erata (2.003 m.), circular desde Barbenuta

    Ascensión por la pista de Punta Chunda y descenso por ermita San Juan


    Jorge a punto de perder una raqueta al cruzar el Barranco d'os Lucas, que bajaba muy crecido

    15 de febrero de 2014,

       Día lluvioso y muy desapacible. Hoy queremos evitar rutas comprometidas o con riesgo de aludes así que buscamos refugio en la Tierra de Biescas. Ponemos los ojos en el Erata, una sencilla cima que ya hemos visitado en otras ocasiones. Las recientes nevadas nos animan a intentar su ascensión con esquís y raquetas por una ruta poco transitada.

      A pesar de la adversa meteorología deciden acompañarnos Itziar y Jorge alentados por mi vaga promesa de que “solo dan lluvias hasta el medio día”. Espero que me sigan dirigiendo la palabra después de esto (Pachi, hoy acertaste de pleno quedándote en casa).

      Ponemos rumbo a Gavín y nos desviamos a la derecha por la carretera que sube a Espierre (el desvío indica también “Camping de Gavín”). Aparcamos junto a los contenedores de basura de Barbenuta (cota 1.190 m.), que están un poco antes de entrar al pueblo. No llueve y tampoco hace frío. Eso nos anima.

       Con las raquetas y esquís en la mochila retrocedemos unos metros por la carretera en busca de una  pista a mano izquierda cerrada al tráfico. La pista desciende suavemente en dirección Este hasta confluir con el “Barranco d’os Lucas” (cota 1.127 m.). Con las lluvias y el deshielo baja embravecido y muy crecido.

      Propongo que nos descalcemos para cruzar. Elena e Itziar me miran con cara de “tú estás de broma” y muestran signos de rebelión amagando con darse la vuelta. Necesito una solución urgente. Antes de que reaccionen comienzo a alinear y mover enormes piedras que ya se encuentran en el cauce para conseguir algunos puntos de apoyo. En pocos minutos, colaborando todos, lo lograremos.  

       Cruzo el primero, tengo que convencerles de que “no hay peligro”. Me siguen Elena, Itziar y Jorge, quién está apunto de perder una raqueta durante el trance.

      Superado el obstáculo comenzamos el ascenso por la larga pista que nos conducirá hasta el cordal sur del Erata. La ladera tiene orientación norte, está resguardada y densamente poblada de pinos. La nieve se conserva bien pero se ha vuelto densa, humidificada por las lluvias y las altas temperaturas.

       El camino describe una larga lazada por el pinar ganando altura. Tras la primera curva el manto de nieve ya es uniforme y por tanto nos calzamos los esquís y las raquetas (cota 1.250 m.)

      Hace un rato ha comenzado a llover. Caminamos despacio, con la nieve tan pesada resulta trabajoso mover las raquetas. Yo voy cómodo con los esquís, a pesar de tener que abrir huella, y tengo que ir parando de vez en cuando para no dejar atrás a los demás.

      Hacia el medio día, lejos de remitir las lluvias como pronosticaban, se hacen más intensas. Con la humedad y el vapor de agua la visibilidad es casi nula. A nuestra derecha llegaremos a ver en un par ocasiones la vecina cima del Oturia, entre jirones, como un espejismo. La pista está repleta de huellas de animales. No las se identificar pero es una prueba de la vida que aloja el bosque y que nos suele pasar desapercibida.

       Sobre la cota 1.800 ganamos el amplio cordal y dejamos atrás los árboles. El espesor de nieve es considerable. No se ve nada,  hace frío y algo de viento. Caminamos inmersos en un limbo blanco. Atentos al GPS (bendito aparatito) bordeamos la pequeña elevación de “Punta Chunda” por su lado norte y acometemos la última rampa que nos separa de la ermita de “San Benito”.

       Voy abriendo huella y por detrás me parece oír entre susurros un “…nos hemos perdido, vamos a tener que darnos la vuelta…”. Creo que la subida se les está haciendo larga, avanzamos bastante despacio. Doy un acelerón y entre las brumas veo aparecer la silueta de la ermita. Itziar y Elena vuelven a recuperar la moral en cuanto divisan el techo del pequeño zoque.

       No podemos entrar, el interior de la ermita se encuentra repleto de nieve que se ha colado por la abertura en forma de cruz que adorna la puerta. Comemos algo a resguardo de uno de los muros y continuamos en dirección oeste salvando el pequeño desnivel que nos separa del vértice geodésico del Monte Erata.

       Afortunadamente ha dejado de llover e incluso se abre algún claro. Comenzaremos a descender en dirección oeste, dejando a nuestra derecha la redondeada cima del Pico de Yesero. Caminando por el amplio lomo de la divisoria con Yésero bajaremos hasta enlazar con la pista de Espierre.

      Yo bajo esquiando. Cada poco voy parando para esperar a los raqueteros. En cuanto alcanzamos la pista, donde ya no hay pérdida, me adelanto. La nieve está pesada pero ayudándome de los bastones desciendo con rapidez. Otra vez llueve, así que incremento el ritmo, paso junto a la ermita de San Juan (cota 1.400) y prosigo hacia el Oeste en dirección a Espierre.

      Un kilómetro antes del pueblo la nieve se termina. Me cargo los esquís en la mochila y continuo caminando por la embarrada pista. Paso junto a la iglesia de San Esteban de Espierre y recorro el último medio kilómetro por asfalto hasta llegar al coche.

      Me quito las botas, cargo todo en el maletero y subo con el coche para recoger a los demás y ahorrarles un trecho de camino.

      La calefacción del coche y una parada en Biescas para tomarnos un vaso de leche bien caliente nos ayudará a entrar en calor y desentumecernos. Pronto nos olvidamos de la lluvia y nos quedamos con los buenos recuerdos de la jornada, que al final son los que perduran en la memoria. La próxima vez seguro que tendremos sol.


    • Desnivel + acumulado: 890 m
    • Horario total: 7  h.  
    • Distancia recorrida: 18 km.

    Ya hemos cruzado el barranco, único obstáculo destacable del día


    La larga y poco transitada pista que asciende hacia el cordal sur del Erata


    Ermita de San Benito


    Puerta de la ermita. Se puede ver la nieve acumulada dentro que se ha colado por la cruz


    La nieve en el interior casi llega al techo


    La pequeña ermita de San Benito, reconstruida gracias a la labor de la "Asociación Cultural Erata"


    Cima del Erata. El vértice geodésico está casi enterrado de nieve





    Leer más...