LISTADO DE PICOS

viernes, 22 de junio de 2012

Dolomitas: Tre Cime di Lavaredo, ruta circular


19 de junio de 2012,

    Una de las excursiones más conocidas en los Dolomitas es la circular a las Tres Cimas de Lavaredo, cuyas verticales paredes constituyen punto de atracción de escaladores. La forma más sencilla de completar la ruta es subir hasta el Refugio Auronzo en coche desde el Lago Misurina, con lo cual el recorrido se convierte casi en un paseo largo.

   Para acceder a la carretera que sube al Refugio habrá que pagar un peaje de 22 euros. Si preferimos acceder a pie hay otras alternativas pero entonces habrá que salvar un desnivel considerable o bien dormir en algún refugio. Yo “intenté” convencer a Elena para subir desde el Lago Landro pero su elección fue subir en coche o subir en coche.

   Tras “pasar por taquilla”, remontamos los 6 o 7 kilómetros de carretera y aparcamos junto al Refugio Auronzo (2.320 m.). Nos cargamos la mochila y vemos una larga hilera de gente por la senda que tenemos que seguir. Había más gente que en la Senda del Cares o en la subida a la Cola del Caballo en agosto. Varios autobuses de diferentes nacionalidades acababan de llegar y un numeroso grupo de niños iban con monitores.

   Seguimos la “procesión” y en 10 minutos escasos pasamos junto a una Capilla dedicada a los Caídos donde algunos grupos van parando. Nosotros continuamos y en otros 10 minutos alcanzamos el Refugio Lavaredo (2.347 m.). Aquí se detienen la mayoría de los niños con lo cual la senda se despeja y el tráfico se descongestiona.

   Ahora acometemos una subida hasta un collado (2.454 m.) al pie de la Cima Piccola, que alcanzamos en poco más de 10 minutos. Este es el punto más elevado del recorrido. Desde aquí las Tres Cimas comienzan a mostrar su estampa más fotogénica. A la verticalidad de sus paredes hay que añadir que se encuentran relativamente aisladas, sin ninguna cima cercana que pueda ensombrecerlas, lo cual contribuye a realzar su espectacularidad.

   El sendero ahora desciende hacia el norte. Habrá que llegar hasta el Refugio Locatelli (2.410 m.), que se ve a lo lejos en lo alto de una loma, lo que nos llevará aproximadamente 40 minutos.

   En el Refugio descansamos un poco y contemplamos un buen rato la espectacular cara norte de las Tres Cimas, que tenemos justo enfrente.

   Tras el descanso reemprendemos la marcha y bajamos por el sendero que nos permitirá completar el recorrido circular. El camino baja un buen trecho para salvar una depresión que luego habrá que volver a subir.

   Aproximadamente en 1 hora desde que salimos del Refugio Locatelli pasaremos por una cabaña (2.238 m.) donde hay gente comiendo. Desde aquí habrá que remontar otro tramo para salvar el collado que nos devuelve de nuevo a la vertiente sur de las Tres Cimas. Esta última parte del trayecto nos llevará unos 40 minutos antes de alcanzar al punto de partida y así dar por finalizada la excursión.

   En resumen, el paraje y la excursión desde luego merecen la pena y lo recomiendo, aunque uno podría preguntarse porque la “Fama” es tan caprichosa. Algunos lugares adquieren un protagonismo desmesurado y concentran gran parte del turismo cuando realmente hay otros sitios bastante más desconocidos que como mínimo son tan bonitos y espectaculares como este, y de rincones y paisajes impresionantes los Dolomitas desde luego andan sobrados.
  

  • Desnivel + acumulado: 412 m. 
  • Horario total: 3 h.12 min. 
  • Distancia recorrida: 9,8 km.
  • Zona: Dolomiti di Sesto



Dejamos atrás la Capilla y seguimos en dirección al Refugio de Lavaredo


En el collado oriental, punto más alto del recorrido


Las Tres Cimas muestran su cara norte


Elena. En la parte derecha se aprecia el sendero hacia el Refugio Locatelli


Mucha gente haciendo el recorrido. El Refugio Locatelli ya está cera


Elena observa las Tres Cimas y el Monte Paterno a la izda.


La perspectiva cambia conforme vamos completando el recorrido circular


Zoom a las agujas en dirección sur


Panorámica de cumbres hacia el sur


Y vistas hacia el norte desde el collado final


Las Tres Cimas desde el Lago Misurina (realmente solo se ven dos)


Track del recorrido en google

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miércoles, 20 de junio de 2012

Dolomitas: Passo Pordoi-Miradores de la Marmolada, ruta circular


18 de junio de 2012,

    Hoy realizaremos una ruta circular con grandes vistas sobre la vertiente norte de la Marmolada. Podremos contemplar mientras caminamos y durante gran parte del trayecto toda la extensión de su glaciar, de hecho el único que sobrevive en los Dolomitas.

   Punta Penia, con sus 3.343 m. es el punto más elevado de la Marmolada y la cota máxima de todos los Dolomitas. Hasta su vecina Punta Rocca (3.309 m.) asciende un teleférico que sobrevuela por encima del glaciar.

  Para iniciar la ruta  nos desplazamos hasta Passo Pordoi (2.243 m.) por la carretera que desde Arabba bordea el Macizo de Sella por el sur.

   Aparcamos en Pordoi y comenzamos a caminar por una senda que sube en dirección sur hacia el Refugio Fredarola (2.387 m.). A nuestra derecha se alza el Monte Sasso Beccé. En 20 minutos aproximadamente ya hemos llegado al mencionado refugio, que se ubica junto a los remontes de esquí.

   En este punto ya vemos aparecer al sur la imponente figura del Macizo de la Marmolada y su blanco glaciar. A la izquierda y en dirección Este se ve la amplia senda que iremos recorriendo.  Durante la primera mitad de nuestra excursión caminaremos por la vertiente sur de la Cadena Sasso Cappello y Mesola, una cresta de cumbres menores que se alzan entre la Marmolada y el Macizo de Sella.

  Llevamos caminando aproximadamente una hora cuando pasamos por el Refugio Viel (2.433 m.). Hacemos un alto para contemplar las excelentes vistas desde la terraza.

   Continuamos caminando por la bien marcada senda y al cabo de media hora pasamos junto al desvío del sendero que sube desde el Lago Fedaia, que obviaremos. Nosotros seguimos en dirección Este. Media hora después la senda sube hacia unos remontes de esquí. En este punto es posible acortar la ruta pasando a la otra vertiente y enlazando con la senda de regreso, de esta forma nos ahorraremos algunos kilómetros. Nosotros preferimos aprovechar el magnífico día soleado y continuamos como siempre en dirección Este.

   Pasamos por las proximidades de una Vía Ferrata, donde unos montañeros están haciendo equilibrios  sobre una pasarela. Abajo hace rato que contemplamos las aguas del Lago Fedaia, que en realidad es un embalse. Me llaman la atención un par de remontes que suben al mismo glaciar de la Marmolada. Mucho más arriba vemos el teleférico que avanza por la parte alta del glaciar, supongo que cargado de turistas.

   Cuando la senda comienza a girar hacia el norte llegamos al Refugio Padon (2.381 m.), que está junto a unos remontes de esquí, tan habituales en esta zona.

   Ahora tendremos que descender paralelos a un telesilla de la estación de Arabba. La senda baja haciendo zigzags desde el mismo refugio. No hay que confundirse con otra senda que sigue hacia el oeste sin perder altura.

   En la parte baja la senda gira a la izquierda y confluye con las pistas de servicio de la estación de esquí. Tendremos que seguir varios kilómetros por dichas pistas. El paisaje por esta parte no tiene nada que ver con el que hemos disfrutado por la otra vertiente ya que  transitamos por la estación de esquí. Por el fondo del valle se oyen a los “moteros” que disfrutan subiendo y bajando puertos.

   Frente a nosotros tenemos ahora las grandes paredes del Macizo de Sella. Un parapente lo sobrevuela a gran altura. Mucho más lejos, hacia el noroeste se ven grandes montañas nevadas, imagino que son los Alpes.

   Cuando ya vemos a lo lejos el Passo Pordoi abandonamos las pistas y seguimos por un sendero convenientemente señalizado. El sendero desembocará en la carretera, a la altura de un restaurante. Hace calor, así que Elena decide esperarme tomándose una cerveza mientras yo subo por la senda que en un kilómetro escaso, atravesando unos  prados, me devuelve al punto de partida.

  • Desnivel + acumulado: 714 m. 
  • Horario total: 5 h.25 min. 
  • Distancia recorrida: 18,8 km.
  • Zona: Dolomiti di Sella y Marmolada 


Passo Pordoi con el Macizo de Sella detrás


Elena, con Sasso Lungo y Sasso Piato detrás


Un alto para contemplar el glaciar. El lago Fedaia a lo lejos


Otro mirador. Nos detenemos continuamente


Marmolada y el Lago Fedaia (embalse más bien)


Dejamos atrás la Marmolada y giramos hacia el norte


Para regresar nos queda un largo camino por pistas


Track en google

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lunes, 18 de junio de 2012

Dolomitas: Colfosco-Passo Gardena, ruta circular


17 de junio de 2012,

    Ruta circular de senderismo partiendo de la localidad de Cosfolco, cerca de Corvara, en el Valle que separa los Macizos Dolomíticos de Sella y Puez-Odle.

   El recorrido discurre por sendas bien señalizadas y perfectamente definidas.

   Partimos de la localidad de Cosfolco, una de las abundantes estaciones invernales de la zona. Hay multitud de poblaciones que disponen de remontes de esquí, por pequeñas que sean.

   Caminamos brevemente por el pueblo en dirección a Passo Gardena y enseguida nos desviamos por una senda a mano izquierda marcada con un poste indicador. En un primer momento caminamos por prados en dirección sur y nos vamos aproximando hacia las verticales  paredes del Macizo de Sella.

   Pronto entramos en una zona arbolada y vamos girando en dirección oeste. Cuando hemos recorrido algo más de dos kilómetros veo un desvío que sube hacia un mirador junto a una cascada de agua. Ya nos había llamado la atención hace rato al ver como se desplomada desde lo alto de los paredones.

  Elena se queda abajo y subo en escasos cinco minutos. Tras contemplar un rato como se precipita el agua, desciendo y me reúno de nuevo con ella. Continuamos por el sendero, que deja de llanear y comienza a ganar altitud.

   A pesar de ir por el bosque oímos continuamente el tráfico de motos por la cercana carretera. Es increíble la cantidad de “moteros” que hay por los Dolomitas. No es de extrañar, pues las vistas y los paisajes son impresionantes.

   Al finalizar el bosque pasamos junto al desvío de una ferrata, que son también muy abundantes por toda la zona. La senda continúa por zona de pastos hasta alcanzar el Passo Gardena. Aquí paramos un buen rato a contemplar las vistas y el ambiente que hay en lo alto del collado.

   Como es temprano alargamos un poco la ruta haciendo un pequeño circuito que asciende hasta “Danterceppies”, desembarque del telesilla más elevado que sube desde “Selva de Gardena”. Es fácilmente reconocible porque justo al lado tienen una gran antena de comunicaciones. En las cercanías vemos y oímos a algunos montañeros haciendo otra ferrata, esta vez en los picos del Macizo de Odle.

   Para regresar seguimos otra senda que desciende por el otro lado del Valle lo que nos permitirá disfrutar de grandes vistas panorámicas sobre el Macizo de Sella. Pasaremos junto a los refugios “Forcelles” primero y “Edelweiss” más tarde. Este último está enclavado en la zona esquiable, junto a los remontes que suben desde Colfosco.

  Ya solo nos resta seguir un tramo de pista en bajada para regresar al coche.

  • Desnivel + acumulado: 784 m. 
  • Horario total: 4,5 h. 
  • Distancia recorrida: 15,3 km. 
  • Zona: Dolomiti di Sella y Dolomiti Puez-Odle



El primer tramo de senda nos acerca al bosque


Grandes vistas del Macizo de Sella conforme ganamos altitud


Passo de Gardena


Desde el telesilla "Danterceppies". Passo Gardena abajo


Cabaña y el Macizo de Sella al fondo


Senda muy bien marcada y con buenas panorámicas


El "Val de Mesdi" se abre como un tajo en el Macizo de Sella. El Piz Boe, con más de 3.000 m.,al fondo


Refugio Forcelles


Track del recorrido en google

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martes, 12 de junio de 2012

BTT Miradores del Valle de Ordesa, ruta circular


Recorrido: Broto-Torla-Pista de las Cutas por los Miradores-Nerín-Fanlo-Sarvisé-Broto

10 de junio de 2012,

   Este domingo quedé con Daniel Mur para hacer en BTT una ruta clásica, a la par que espectacular, por los Miradores del Valle de Ordesa. Tuvimos la mala de suerte de que estaba cubierto en cotas altas e hicimos toda la pista de las Cutas envueltos en una fría y densa niebla con lo cual no pudimos disfrutar de las magníficas vistas que ofrece este recorrido sobre el Valle de Ordesa y el Macizo de Monte Perdido. Al menos no nos pilló la lluvia, pero nos hemos quedado con ganas de volver otro día con mejor previsión meteorológica.

   Salimos de Zaragoza a las 07:00 y al llegar al puerto de Monrepós vemos que está muy tapado por el norte, pero como a la montaña siempre vamos con la moral alta y cargados de optimismo, decidimos continuar con el plan inicial y seguimos conduciendo “hacia lo negro”.

   Decidimos comenzar la ruta en Broto ya que es prácticamente la cota más baja del recorrido. Para subir a Torla obviamos la carretera y subimos por una senda que remonta por la margen orográfica derecha del río Ara. Aunque hay que desmontar en alguna ocasión nos parece una mejor opción que pedalear por la carretera, para eso vamos con bicicleta de montaña. La senda desemboca en el parking de autobuses de Torla.

   Una vez en Torla, cruzamos el túnel y justo al otro lado nos desviamos para descender a mano derecha por la “senda de Turieto”. Pronto llegamos al puente que cruza el río Ara. Allí mismo comienza a nuestra izquierda la larga pista que asciende a la Sierra de las Cutas por la ermita de Santa Ana.

   La pista es muy larga y va ganando desnivel continuamente, permitiendo pocos descansos. Al principio hay algunos repechos que nos harán sudar pero conforme ganamos altitud la pendiente parece suavizarse un poco. El desnivel a salvar de una tacada es considerable, unos 1.200 metros, con lo cual es mejor tomárselo con calma. Afortunadamente el firme está en buen estado y bien compactado.

   Durante la subida, sobre la cota 1.460 m.,  pasamos junto a la ermita de Santa Ana donde hacemos una breve parada. Allí hay un prado con unas bordas. Un par de docenas de vacas rumian plácidamente y nos miran indiferentes.

  Desde la ermita se ven las grandes lazadas del camino que ascienden ladera arriba. Continuamos pedaleando. Se nota que Daniel sale durante la semana con la bici. Lo llevo todo el rato cien metros por delante y se le ve pedalear con buen ritmo. Yo voy a remolque toda la subida.

   Antes de alcanzar la cota 2.000 metros nos metemos en las nubes. La temperatura baja rápidamente y una especie de “lluvia llorona” debida a la abundante humedad nos empapa por momentos. Las manos y los pies se quedan fríos. Mientras pedaleo veo gotear agua del casco y del manillar, como si lloviese.

   Conforme nos acercamos a los miradores la visibilidad se reduce. Pasamos de largo algunos de ellos y paramos en uno pero no merece la pena detenerse ya que más allá de 10 metros no se ve nada. En un día soleado lo habitual es detenerse continuamente para contemplar las vistas.

   Cuando hemos alcanzado la máxima altitud casi 2.200 metros, nos abrigamos y comemos algo. Yo no llevo guantes y se me quedan las manos heladas. La temperatura ha descendido bastantes grados.

   Sin perder mucho tiempo comenzamos a descender. Bordeamos el Mondicieto por el sur y pronto pasamos junto a las pistas de esquí de fondo, a la altura de Cuello Arenas. Llevo las manos casi insensibles a causa del frío y la humedad y de vez en cuando le doy al freno repetidamente para que no se me agarroten los dedos.

   La visibilidad va mejorando conforme perdemos altitud. Los pastos presentan un verde intenso. Seguimos descendiendo, la temperatura cada vez es más agradable y salimos de las nubes. La pista es muy buena y podemos rodar con bastante velocidad.

   Enseguida nos plantamos en la afueras de Nerín. Bajamos ahora por un tramo asfaltado para enlazar con la carretera de Añisclo-Escalona. Una vez llegamos al cruce giraremos a la derecha en dirección a Fanlo.

   Para llegar a este pueblo habrá que ir ascendiendo. Habrá que superar unos 300 metros de desnivel pero la mayor parte se gana en los 2 últimos kilómetros, donde la carretera hace unas lazadas para coronar el puerto. En las piernas ya se va notando el cansancio. Durante la bajada nos hemos quedado fríos y cuesta volver a calentar los músculos.

  Un kilómetro antes de llegar a Fanlo me doy cuenta que he pinchado la rueda delantera. Como todavía llevo algo de presión continúo pedaleando para intentar llegar a la cota más alta. Al llegar al pueblo nos detenemos y aprovechamos para descansar y cambiar la cámara de la rueda. Una vez reparada la avería nos lanzamos por la carretera en dirección a Sarvisé. Son unos 13 km. de bajada por asfalto que haremos a un ritmo bastante rápido.

   Alcanzada la población de Sarvisé ya solo quedan los 3 últimos kilómetros para retornar a Broto y completar así la circular. Nos planteamos incluso bajar al río Ara para intentar vadearlo y regresar por pista hasta Oto y Broto pero imaginamos que llevará bastante caudal y lo descartamos. Además nos tememos que en cualquier momento puede comenzar a llover.

   Una vez en Broto nos cambiamos de ropa y nos disponemos a comer en un porche. Mientras estamos recogiendo comienza a llover, aunque lo hace tímidamente. Daniel ha traído la nevera y es un lujo tomarse unas bebidas frescas. Atraídos por el olor de la comida aparecen un montón de gatos hambrientos que quieren unirse al festín. Les tiramos unas migas y se pelean entre ellos por comer. Pues si que están hambrientos los pobres animales, ¿no hay ratones en Broto?

   Una vez hemos descansado y comido regresamos tranquilamente a Zaragoza.
  
  • Desnivel + acumulado: 1.784 m
  • Horario total: 5,5 h. 
  • Distancia recorrida: 54 km
  • IBP Index: 140 BB



   Nota: Como apenas hicimos fotos por no haber visibilidad, he añadido algunas fotos de otra excursión que hicimos en enero de 2012 para ilustrar el aspecto de la zona de los miradores por la pista de las Cutas


Desde Punta Acuta hacia el oeste vemos la larga pista que sube desde Torla. En la parte izquierda se aprecian varias lazadas que hace la pista para ascender (Foto Enero 2012)


Y hacia el este vemos la misma pista que se dirige, junto a los miradores, hacia Cuello Arenas y Nerín (Foto Enero 2012)


Mirador en la Cresta de Diazas. Para llegar a él hay que dejar la bici y caminar un trecho (Foto Enero 2012)


Otro mirador en la Cresta de Diazas. Tobacor nevado al fondo (Foto Enero 2012)


Verdes prados y vacas junto a la Ermita de Santa Ana


Daniel subiendo la pista hacia las Cutas. Está en buen estado y se cicla bien, pero es muy larga


Daniel va entrando en la niebla, cerca de la cota 2.000 m.


Bajando a Nerín. Una pista muy buena. En el centro, pequeñito, se ve a Daniel que baja lanzado


Bajando a Nerín. A lo lejos se ve Peña Montañesa, también con la cumbre tapada con nubes


Perfil del recorrido


Track del recorrido en google




Otras excursiones y actividades por la misma zona:


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miércoles, 6 de junio de 2012

BTT Calcenada en solitario (Vuelta al Moncayo)


Recorrido de la Calcenada en BTT con salida y llegada en Lituénigo. Una crónica del recorrido en primera persona

2 de junio de 2012,

   Hace un par de años que me venía rondando por la cabeza intentar la Calcenada en BTT. Es una prueba dura y exigente, no en vano combina las dos cifras 100-2.000 (100 kilómetros de recorrido y más de 2.000 metros de desnivel positivo acumulado). Para un simple aficionado a la bicicleta de montaña son datos que, combinados en un mismo recorrido,  nos indican que no se trata de un simple paseo.

  Si a esto añadimos el calor, el reto se convierte en bastante exigente.

   Como se trata de una prueba personal decido que haré el recorrido sin prisas, parando para hacer fotos y tomándomelo con calma, pues solo quiero ver si soy capaz de completar la ruta. No he llevado ningún entrenamiento previo especial, simplemente he hecho algunas salidas los fines de semana anteriores. No se si estaré preparado, pero uno nunca lo sabe a menos que afronte el reto.

   En general el 75% del trayecto discurre por pistas de tierra en buen estado y un 25% transita por carreteras locales. Casi todo el recorrido está marcado con marcas blancas y rojas de sendero GR. Si se está en muy buena forma se puede realizar todo el recorrido subido en la bici, aunque lo normal para el aficionado medio es tener que desmontar en algún tramo ascendente.

   Este fin de semana me encontraba en tierras riojanas. Por este motivo, como haré la prueba en solitario y a mi aire, elijo como punto de partida la localidad de Lituénigo (734 m.), simplemente porque es el punto más cercano para desplazarme. Al fin y al cabo se trata de un recorrido circular.


Capítulo 1- De cómo me topé con un corzo volador

   Dan un día muy caluroso y decido madrugar. Un poco antes de las siete de la mañana comienzo a pedalear. Debo dirigirme hacia el cercano pueblo de Litago (777 m.). Lo que yo suponía un comienzo suave se inicia con una rampa dura por un camino algo roto, con piedras sueltas. Le sigue una bajada y de nuevo otro tramo duro de subida. No llevo ni quince minutos y ya estoy sudando y jadeando. Como todo sea así no llegaré  muy lejos.

   Supero la población de Litago y para mi tranquilidad compruebo que la calidad de la pista mejora mucho. Así pues me relajo un poco y continúo en dirección a la Central de Morca (1.000 m.). Recorreré unos 4 km. por pista mientras gano altitud hasta desembocar en la carretera que sube hacia el Santuario del Moncayo. Continúo 1 km. por la carretera antes de desviarme hacia Añón, pasando junto a la Central Eléctrica.

   La carretera de Añón se recorre pendiente abajo así que me dejo llevar sin dar pedales. Es temprano y en la penumbra no hay mucha visibilidad. Voy tan sigiloso que en una de las curvas me doy un susto de muerte pues de entre la maleza aparece un corzo que casi me lo trago entero. No se quién se asustó más, el animal o yo, pues me lanzó una especie de bramido y lo vi desaparecer como alma que lleva el diablo dando grandes botes por el bosque. Yo paré en seco y me quede al borde de la cuneta algo atónito.

  Tras esta especie de alucinación, que es como lo recuerdo, sigo con cuidado por la carretera. Antes de llegar al pueblo hay que desviarse por una pista de tierra a mano derecha que desciende hacia un merendero para cruzar un puentecito medieval (784 m.) que salva el río Huecha. Desde aquí continuaremos hacia la localidad de Alcalá de Moncayo (785 m.). A la izquierda disfrutaremos durante el recorrido de buenas vistas del caserío de Añón de Moncayo.


Capítulo 2- De la contemplación de las Peñas de Herrera y el reencuentro con la serpiente de la Tonda

   Llegamos a las afueras de Alcalá y giramos rumbo sur en dirección a las vistosas Peñas de Herrera que nos ofrecerán una bonita estampa durante varios kilómetros de trayecto. La pista se desviará más adelante hacia la izquierda para iniciar la subida hacia el Collado Negro (1.008 m.). El último tramo está asfaltado lo que facilita la ascensión.

  Alcanzado el collado, que no se me hace duro, iniciamos ahora el descenso hacia el cercano pueblo de Talamantes (890 m.). Llegamos al pueblo por el norte rodeando las ruinas del castillo. Cruzaremos el pueblo descendiendo sus calles y nos desviamos por una senda que se eleva hacia la cercana ermita de San Miguel. Aquí enlazaremos con una pista que parece alejarnos del Moncayo. A nuestra izquierda veremos la carretera de Talamantes, que cada vez iremos dejando más lejos. Nos dirigimos hacia el Collado la Tonda (1.145 m.).

   La pista va tornando hacia el sur mientras supera varios altibajos. Esta es la tónica general del recorrido, cuando ganas altura la vuelves a perder para salvar alguna depresión o barranco que cruza el terreno. Me tomo la subida con calma. Cuando estoy alcanzado la cota más elevada veo una serpiente deslizándose junto al camino. Me alejo instintivamente y me doy cuenta que cuando estuve caminando por esta misma zona hace unos meses vi una serpiente muy parecida, ¿será la misma? Corono el collado y veo el Monte La Tonda a mi derecha (oeste).

   De nuevo toca bajar, así que desciendo con cuidado, sin coger mucha velocidad ya que voy solo y hay que ser prudente. La pista desemboca en la carretera de Calcena (820 m.), que habrá que recorrer durante varios kilómetros antes de llegar a dicha localidad.


Capítulo 3- Del descanso en Calcena y la dura subida al Tablado

   Son las 10 de la mañana cuando entro en Calcena, localidad donde se inicia cada año la Calcenada oficial. Llevo un horario mejor del esperado, y eso que voy bastante tranquilo. Decido tomarme un descanso y paro para comer algo de fruta y repostar agua.

   Tras el breve reposo vuelvo a subir a la bici y me dirijo hacia Purujosa (911 m.).  Este tramo discurre por la carretera en ligera subida. Rebasado el pueblo de Purujosa, cuyo caserío queda a nuestra derecha en lo alto, nos desviamos por una pista hacia la izquierda. Aquí comienza la dura ascensión al Collado Tablado (1.354 m.), frontera con Soria.

   La pista asciende por la margen orográfica derecha del barranco Matarranas. La mañana ya está bastante avanzada y el sol brilla fuerte, el viento no sopla en esta vertiente y los kilómetros acumulados en el cuerpo ya se van notando. La parte final de esta ascensión se me hace muy dura, pero lo que más noto es el asfixiante calor, se hace difícil respirar. El ambiente es sofocante, como el que precede a una tormenta, que descargaría esa misma tarde.

   Me tendré que bajar de la bici hasta en tres ocasiones jadeando y empapado en sudor. Intento descansar un poco subiendo a pie. La espalda también agradece un cambio postural.

  Por fin llego al collado y se abre ante mí el altiplano soriano al sur del Moncayo. Un soplo de viento fresco inunda mis pulmones y me siento muy aliviado. Me tumbo un rato en una sombra en el collado y bebo abundantemente. Frente a mí, en lo alto de las lomas del Tablado, varios aerogeneradores giran pausados, oigo el zumbido de las palas mientras se agitan incansables. Pronto me noto recuperado.


Capítulo 4- Del periplo por tierras sorianas

  Ahora pedalearé en dirección a Borobia (1.123 m.). Las pistas son buenas y discurren entre campos de cereal con buenas vistas de la vertiente sur del Moncayo. En las laderas más bajas me llama la atención una extensión de color rojo que contrasta llamativamente con los colores ocres y verdosos. Me fijo bien y llego a la conclusión de que se trata de miles de amapolas agrupadas en un bancal, parece un criadero de opio.

   Llego a Borobia y de nuevo recargo agua en la fuente del pueblo. Menos mal que puedo aprovisionar pues en caso contrario hubiera sido imposible completar la ruta.

   Desde Borobia el trayecto irá girando rumbo norte en dirección a Cueva de Agreda pero antes pasaré por el suave Collado de Tranca (1.277 m.). Acompañado de campos de secano salpicados por alguna paridera y algún árbol aislado nos iremos acercando a las faldas del Moncayo hasta alcanzar Cueva de Agreda (1.291 m.). En este tramo por tierras sorianas he acumulado bastantes kilómetros ya que los desniveles son muy llevaderos y se rueda alegremente.

   En Cueva de Agreda haré una última parada para abastecerme de agua y encarar la última subida del día. Se trata del Collado del Canto Hincado (1.479 m.), máxima cota del trayecto. No obstante esta subida se me hace mucho más llevadera que la del Collado Tablado pues el desnivel desde Cueva de Agreda es de unos 200 metros solamente.

   En el collado me doy cuenta que la prueba está vencida pues casi todo lo que resta de recorrido es en descenso. Como veo que el cielo se comienza a cubrir decido no perder tiempo y comienzo a bajar. A la izquierda disfruto de infinitas vistas de la zona oriental de Soria. Abajo se distinguen las grandes poblaciones de Ólvega y Ágreda. Paso junto al “Mirador de los Cejos” y me detengo un rato a contemplar el paisaje.


Capítulo 5- Del fin de mi viaje y el incidente con un fiero can

  Continuo el descenso mientras la pista va girando hacia el este, intuyo que voy completando poco a poco la circular al Moncayo. Paso cerca de Aldehuela y Vozmediano, que quedan a mano izquierda pero algo alejadas. En un bache se me apaga el GPS y tengo que parar. Vuelvo a conectarlo y continúo. No he recorrido ni un kilómetro cuando se vuelve a apagar. Cambio las pilas y prosigo. De nuevo en un bache se apaga. Esto no me gusta nada. Creo que de tanto traqueteo el aparato ha acusado las vibraciones y hace mal contacto. Ya había oído que esto les había ocurrido a otros ciclistas.

   Continúo muy despacio, intentando una conducción suave, aunque se me apagará en varias ocasiones más antes de terminar la ruta lo que me hará perder algo de tiempo.
  
   En las proximidades del Sanatorio de Agramonte (1.063 m.) me incorporo a una carretera local. Bajo seguidamente hacia San Martín de Moncayo (829 m.), siempre por asfalto, sin dar pedales, viene bien descansar las piernas. En este último pueblo me desvío finalmente a Lituénigo, por una pista que vuelve a ascender, pero no serán muchos metros.

   Llegando a Lituénigo por el norte, en una granja ubicada a escasos 500 metros del pueblo, donde el camino comienza a descender, me encuentro a un perro junto a una granja y se me encara. Otros dos perros están atados a la orilla del camino y ladran muy furiosos. El perro que está suelto me gruñe con cara de pocos amigos. Me detengo e intento pasar despacio, sin asustarle. Cuando estoy a un par de metros se me abalanza y me muerde en la pierna.

   Suelto los frenos, intento zafarme y le grito para que me suelte. Abre la mandíbula y afloja la presa pero lo llevo casi cien metros pegado a la pierna. Siento su aliento junto a la herida mientras continua gruñendo furioso. Por fin se para y entonces noto el dolor punzante de la herida. Me miro la pierna y veo un hilillo de sangre y las marcas del mordisco. Más tarde pasaré por el ambulatorio para hacerme una cura, menos mal que ha sido al final del trayecto. Me parece muy irresponsable que el dueño del perro lo deje suelto en un camino público. Sirva de atención a los paseantes y ciclistas que paseen junto a la granja.

   Salvo por el incidente con el perro llego muy contento de haber finalizado el recorrido. En Lituénigo saludo a mi amiga Clara y su familia, ya que había aparcado al lado de su casa, y a quienes agradezco su amabilidad, aunque yo debía de llevar unas pintas de asustar, tan sudado y agotado y después del incidente con el perro. Sin perder mucho tiempo cargo la bici y regreso con intención de darme una buena ducha, curarme la herida y reposar el resto de la tarde.

  Y hasta aquí, amigo lector, la narración de mi viaje, tal y como lo recuerdo, que pudiera no ser como sucedió.

  • Desnivel + acumulado: 2.382 m
  • Horario total: 7 h. 56 min. 
  • Distancia recorrida: 100 km
  • IBP Index: 196 AB



Pedaleando a primera hora cerca de Morca. Moncayo al fondo


Las Peñas de Herrera ascendiendo al Collado Negro


Por tierras sorianas, camino de Borobia


Collado La Tranca. Largas pistas con el Moncayo al fondo


Subiendo al Collado del Canto Hincado, última ascensión del día


Una parada en el Mirador "Los Cejos" para contemplar el paisaje


Track del recorrido


Perfil del recorrido


+Fotos                   Track

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