LISTADO DE PICOS

martes, 31 de diciembre de 2013

Peña de San Cosme (1.048 m.) y el Huevo desde Vadiello


Rafa llegando a la cima de la Peña de San Cosme. Mallos de Ligüerri y embalse de Vadiello al fondo

28 de diciembre de 2013,

   Hoy visitamos la Sierra de Guara. Hemos elegido una ruta corta y sencilla para no madrugar pues daban lluvias a primera hora. En el último momento se une Rafa. Desde Zaragoza ponemos rumbo al embalse de Vadiello, emplazado a 28 kilómetros al noreste de Huesca.

   El pronóstico es acertado y llueve ligeramente durante el viaje pero por el oeste ya se abren grandes claros. Dejamos el coche en el aparcamiento que hay cerca de la presa antes de los túneles (cota 750 m.) y comenzamos a caminar a las 11 de la mañana justo cuando dejan de caer las últimas gotas, que al parecer han sido en forma de nieve en cotas altas. La cumbre del Tozal de Guara se ha teñido de blanco.

   Atravesamos el túnel de la derecha y cruzamos la presa. Al otro lado arranca una pista que bordea el embalse por el sur y que seguiremos durante un rato.

   De vez en cuando miramos para atrás para contemplar la singular estampa que nos ofrecen los Mallos de Ligüerri, La Mitra, el Puro y el Mallo de San Jorge, curiosas y verticales formaciones de conglomerado parduzco. Un poco más alejado, aguas arriba del río Guatizalema, el calizo Pico Borón también llamará nuestra atención.

  Alcanzamos pronto un desvío hacia la izquierda donde se alza un esconjuradero de planta cuadrada abierto a los cuatro vientos (cota 829 m.). En este punto abandonamos la pista y nos adentramos en la senda de las ermitas. Frente a nosotros se yergue la enorme y desafiante pared sur de la Peña de San Cosme. Dentro de un rato caminaremos por la parte alta del acantilado, algo que desde esta perspectiva se antoja inconcebible.

  Descendemos brevemente para salvar una depresión. Al otro lado, a la sombra de los cortados de la mole de la Peña San Cosme se ubican las construcciones de la Ermita de San Cosme y San Damian. Lamentablemente el recinto está vallado y no puede visitarse.

  El sendero pasa pocos minutos después  junto a la ruinosa ermita de San Urbez y más tarde por la Ermita de la Fuensanta donde hay un manantial del que brotan dos generosos chorros de agua fresca.

  El camino, transformado de nuevo en pista, continua ascendiendo entre quejigos, sabinas, encinas e incluso algunos madroños con sus frutos rojos ya maduros. Todavía pasaremos junto a dos ermitas en estado de abandono.

   Sobre la cota 900 veremos un desvío a la izquierda con un cartel que indica “El Huevo de San Cosme 30 min.”. Abandonaremos otra vez la comodidad de la pista para ascender por un sendero que nos aproxima hacia la parte alta de la Peña de San Cosme.

  Sin apenas apercibirnos entraremos en un tupido bosque de carrascas en el lugar conocido como “El Plano”. En la cota 960 un discreto desvío hacia la izquierda nos llevaría hacia la Peña San Cosme, pero de momento continuaremos rectos, adentrándonos en el cada vez más umbrío encinar mientras perdemos altitud. De esta forma llegaremos al mirador del “Huevo de San Cosme” (cota 910 m.), donde la senda finaliza.

  El Huevo es un monolito vertical de conglomerado de unos 50 metros de altura. El mirador está tan cerca del mismo que no se llega a apreciar bien su forma. Observaremos una pared de roca rojiza, a menudo sobrevolada por los buitres.

   Retrocedemos de nuevo hasta la bifurcación y tomamos el otro desvío que nos lleva hacia la Peña San Cosme. Elena se queda descansando en un rellano con buenas vistas  mientras Rafa y yo nos acercamos para inspeccionar el llamado “Paso de Nartesa”. Se trata de un paso muy corto pero expuesto, no apto para gente con mucho vértigo. Han colocado una cuerda fija que facilita la labor.

  Unos arbustos con troncos y raices retorcidas que han crecido junto al paso contribuyen también a minimizar el efecto psicológico, pues distraen y “ocultan” parcialmente el patio que se abre a nuestros pies. Unos 150 metros por debajo se vislumbran los tejados de la Ermita de San Cosme y San Damian.

   Ahora tendremos que recorrer una faja de unos 200 metros de longitud, ligeramente inclinada hacia los abismos pero bastante ancha. Transitaremos por la parte alta de la pared con buenas vistas sobre el embalse de Vadiello y su entorno. Algunos hitos marcan el recorrido. Una fácil trepada donde habrá que apoyar las manos ocasionalmente nos permitirá alcanzar la cima de San Cosme  (1.048 m.).

  Estaremos un rato disfrutando del paisaje. Por el norte, a muy pocos metros de donde nos encontramos vemos la parte alta del “Huevo”. Algunos buitres apostados en los recovecos de sus paredes otean el horizonte y disfrutan del sol.

   Descendemos con cuidado y regresamos hasta donde nos espera Elena. Comemos al sol sentados junto a los cortados y después desandamos el camino hasta enlazar de nuevo con la pista.

   Para hacer la ruta circular continuamos en suave ascenso en dirección sureste hasta un collado (943 m.) donde hay un cruce de pistas, una de las cuales viene de La Tejería. Allí nos desviamos por la que nos devuelve a la presa, en dirección oeste. Ya solo nos quedará un relajante paseo cuesta abajo disfrutando de buenas vistas para completar el recorrido. 

  • Desnivel + acumulado: 513 m
  • Horario total: 4,5 h.  
  • Distancia recorrida: 13,5 km.


Vistas a nuestra espalda. Mallos de Ligüerri y Pico Borón


Ermita de San Cosme y San Damian (están en un recinto privado y no pueden visitarse)


Llegando al Paso de Nartesa

Rafa cruzando el corto tramo equipado con una cuerda fija. Prohibido resbalar

Caminaremos después unos 200 metros por una faja abierta en la pared de conglomerado

Por estos riscos siempre es habitual ver cabras

Embalse de Vadiello

Cima de la Peña de San Cosme. Pico Borón al fondo, con sus característicos nervios calizos

Pico Borón

Regresamos. Abajo se ve la ermita de San Cosme y San Damian

Atravesando de vuelta el Paso de Nartesa

Durante el regreso podemos ver a la derecha de la Peña de San Cosme como asoma el Huevo, y lo apropiado de su nombre
En amarillo el recorrido aproximado por la fajeta para ascender a la Peña de San Cosme y ubicación del Paso de Nartesa

De nuevo llegamos al embalse. Mallo San Jorge, El Puro, La Mitra y  Borón

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lunes, 23 de diciembre de 2013

Pic Sanctus (2.482 m.) desde Gourette


En el collado previo a la cumbre del Sanctus. El Pic Becottes lo dejaremos a nuestra espalda

21 de diciembre de 2013,

  Este sábado volvemos a cruzar a Francia en busca de la nieve. En Formigal nos reunimos Daniel, Rafa, Javi, Alberto, Pachi y yo. Nos repartimos en dos coches y subimos hacia la frontera.

  Desde el Portalet tendremos que recorrer unos 40 kilómetros por el país de Voltaire para llegar a la Estación de Esquí de Gourette.
  
   Bajamos primero hasta Laruns y antes de entrar al pueblo nos desviamos a la derecha por la carretera que sube hacia el “Col d’Aubisque”, que en estas fechas suele lucir el cartel “fermé”. 

  No entraremos en el parking inferior de la Estación sino que subimos hasta la zona edificada de Gourette (1.350 m.). Es difícil encontrar estacionamiento gratis así que para no andar dando vueltas dejamos los coches en un parking de pago.

   Desde la misma estación llaman la atención las altivas siluetas del Ger y Pène Médaa, a cuyos pies se extiende el dominio esquiable.

   Comenzamos a ganar altitud por las pistas de esquí, bajo el “telesilla de Cotch”, con rumbo sureste. Tras superar un par de repechos el telesilla se alejará por nuestra derecha a la par que abandonamos los límites de la Estación. Nuestra intención es bordear el “Pène Sarrière” por su vertiente Este.

   Flanqueamos bajo las paredes del esbelto “Pène Sarrière”, que forma una alargada cresta a nuestra derecha. Sus paredes están tapizadas de hielo. Pasamos junto a algunos bloques desprendidos que nos hacen suponer que esta ruta no debe acometerse con riesgo de aludes.

   Tras llanear unos minutos descendemos ligeramente en busca del barranco “Le Valentin”, cuyas aguas provienen del “Lac d’Uzious”, que se encuentra mucho más arriba de donde nos encontramos. Cruzaremos el torrente por un puentecillo y pasaremos junto a las “Cabañas Coste de Goua” (1.670 m.) que se encuentran parcialmente sepultadas de nieve.

   Comenzamos ahora a ganar altura por una pala por la margen derecha del “barranco de Louesque”. Las barreras rocosas que conforman los picos “Les Néras” y el “Pic Esquerra” por nuestra izquierda tampoco tienen aspecto de dar mucha confianza cuando se encuentren cargadas de nieve. Pequeños fragmentos de hielo se desprenden al recibir el sol y se ven rodar por aquí y por allá, así que por si acaso no perdemos mucho tiempo y seguimos progresando para alejarnos pronto de las paredes.

   Cruzamos el “barranco de Louesque” y continuamos avanzando con la vista puesta en el llamativo “Pic Becottes”, que forma parte de una cresta con varias puntas que nos oculta la vista del Pic Sanctus, que queda escondido detrás pese a tener mayor altura.

  Por las inmediaciones del barranco remontaremos hasta una vaguada por donde comenzaremos a girar rumbo al sur, paralelos a la cuenca de los “Lacs Louesque “, que quedaran algo apartados a nuestra izquierda.

  Por fin aparecerá frente a nosotros la cima del Sanctus. Aprovechando la bien trazada huella de los montañeros que nos preceden ascenderemos hasta la misma cumbre con los esquís puestos, por su vertiente norte, a través del amplio collado que forma con el “Pic Becottes”.

   Es una cima nueva para todos nosotros. Las vistas son muy extensas e inéditas para nuestros ojos. Destacan los Gabizos por el Este y el Pico Ger por el Oeste. Al norte se aprecian grandes llanuras y se llega a divisar la ciudad de Pau en la lejanía. Hacia el sur una sucesión de cumbres nevadas se aglutinan en torno a las moles del Balaitus y el Vignemale.

   Descenderemos esquiando por la vertiente este. Encontramos algunas piedras que afloran cerca de la cima pero en el fondo de la vaguada disfrutaremos de nieve polvo.

   En las palas que preceden a las cabañas se notan alguna placas y bolos helados  bajo la capa de nieve reciente y también se esconden algunas piedras que nos obligan a descender con prudencia.

  Tras cruzar el barranco nos tocará remar y a fuerza de brazos remontar de nuevo para enlazar con la huella que flanquea el “Pène Sarriere”. Pronto confluiremos con las pistas de esquí por donde descenderemos en breves minutos hasta  Gourette.

  • Desnivel + acumulado: 1.146 m
  • Horario total: 5 h. 20 min.  
  • Distancia recorrida: 11,4 km.

Gourette


Los paredones del Pic de Ger, Salon de Ger y Les Coutchets


Ascendemos un rato por las pistas y vamos dejando Gourette abajo


Abandonamos las pistas para rodear Pène Sarrière por el Este

Bordeando Pène Sarrière, laderas tapizadas de nieve helada


Restos de aludes antiguos al realizar el flanqueo


Cruzaremos el barranco Valentine junto a las Cabañas de Coste de Goua


Dejando atrás las cabañas


Rafa y Javi


Rafa, Daniel, Alberto, Javi y Pachi


En el collado se aprecia el desembarque del telesilla con los abruptos paredones del Pène Médaa de fondo


Alberto viene detrás. Gourette al fondo


Cresta que forman les Bécottes y que nos ocultan el Sanctus

Alberto. El Pène Médaa y el Ger al fondo


Rafa y Daniel


Hemos cruzado el barranco Louesque y vamos en busca de la vaguada que nos conducirá al Sanctus


Alberto 

Daniel y Javi. La cresta del Pène Sarrière, que parecía tan alta, ya queda abajo


Pala final antes del collado previo a la cumbre del Sanctus. Pic Louesque al fondo

Collado norte. Les Bécottes al final del cordal


Cima del Sanctus. Por el Noreste asoman los Gabizos por encima del Pic Louesque


Multitud de cumbres en dirección al Vignemale


El Midi asoma por el Suroeste


De nuevo en la estación de esquí. Último vistazo a nuestro recorrido


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jueves, 19 de diciembre de 2013

Raya d’As Tiñas y Sierra de Bonés, circular desde Arguis

Llegando al final de la Raya d'As Tiñas. Pico Peiró al fondo

14 de diciembre de 2013,

   Hoy hemos quedado de nuevo con JM, Pirene y unos amigos suyos. Pirene nos va a enseñar una ruta en las inmediaciones de Arguis. Recorreremos una senda que limpiaron y amojonaron hace pocos años: la Raya d’As Tiñas.

  Tras tomar un café en Arguis subimos con los coches alrededor de un kilómetro por la carretera antigua en dirección al túnel de la Manzanera.

   Veremos a la izquierda un cartel que indica “Sierra de Bonés-Ermita de la Magdalena”. Aparcamos en un escueto ensanche junto a la carretera unos metros más arriba.

  Comenzamos a caminar y enseguida llegamos a un cruce. Dejamos a la derecha la senda de toda la vida que sube hacia el “collado de la Manzanera” por donde regresaremos dentro de unas horas. Nos desviamos por tanto hacia la izquierda siguiendo las indicaciones de un cartel con el texto “Raya d’As Tiñas”.

  El sendero asciende entre quejigos y bojes y  pasa junto a unas viejas construcciones denominadas “Tiñas”, vocablo aragonés equivalente más o menos a establo o lugar para recoger el ganado. Pronto los hitos nos encaminan al borde del acantilado por cuyas inmediaciones transitaremos un buen rato.

   Por nuestra izquierda disfrutaremos de buenas panorámicas del entorno de Arguis a vista de pájaro. El Pico del Aguila, Gratal, Las Calmas, el Peiró…y en el fondo del valle destaca el pueblo y el aledaño embalse que presenta una capa de hielo en su superficie y lo cubre casi por completo.

  Caminando siempre por las inmediaciones de los cortados, sin encontrar especiales dificultades salvo la de apoyar las manos en alguna ocasión puntual, alcanzaremos el punto más alto de la cresta, el “Pico O’Pozo” (1.503 m.). La toponimia no está clara pues en algunos mapas aparece con esta denominación otra elevación cercana 

   Por la vertiente sur, bajo la cresta, hay unas paredes de roca tumbadas donde al parecer han equipado algunas vías de escalada en adherencia. Estando en la cima llega Juan Carlos, uno de los artífices de recuperar, limpiar y acondicionar esta ruta. Nos acompañará el resto de la jornada por esta senda que tan bien conoce.

  Desde la cima retrocedemos unos metros para bajar al cercano “collado Murallón”. Durante el descenso me fijo que hay numerosas plantas “corona de rey” adornando las rocas.

  En el collado hacemos una parada junto a unos muretes de piedra que delimitaban un corral de ganado. Comemos, o más bien damos rienda suelta a nuestros deseos de gula vista la cantidad de comida y ricas viandas y elixires que salen de las mochilas.

  Tras la pitanza continuamos nuestro caminar. Ascenderemos suavemente en dirección noreste siguiendo los hitos. La senda serpentea por terreno invadido por el erizón.

   Sobre la cota 1.570 m. alcanzamos un collado que nos permite cambiar a la vertiente norte de la Sierra de Bonés. El sendero desciende ahora en busca de una pista que un poco más abajo discurre paralela al río Flumen, que por cierto tiene su nacedero muy cerca de donde nos encontramos.

   Al cambiar de orientación la vegetación se hace mucho más exuberante y aparecen pinos, enebros e incluso robles y hayas. En los claros del bosque encontramos manchas de nieve que han cristalizado de forma caprichosa. 

   Una vez alcanzamos la pista continuamos llaneando por los prados hasta la cercana Ermita de la Magdalena (1.400 m.), reconvertida en refugio pastoril. Si entramos encontraremos detalles que delatan el antiguo uso religioso del edificio.

  Descansamos un rato al sol junto a la ermita, pero como el día es corto no podemos demorarnos mucho. Salimos de nuevo al encuentro de la pista y poco después nos desviamos por otra agradable y umbría senda a mano derecha que nos acerca hasta el “Collado Manzanera” (1.400 m.).

  Alcanzado el collado volvemos a tener de nuevo Arguis a la vista. Ya simplemente tendremos que descender por el sendero que trazando una larga diagonal en dirección suroeste nos devuelve al punto de partida.
  • Desnivel + acumulado: 525 m
  • Horario total: 5 h.  
  • Distancia recorrida: 10,6 km.



Ganamos altura pronto y disfrutamos de buenas vistas a la izquierda


Arguis y el embalse ya quedan bastante abajo


El recorrido está marcado con hitos. El Pico Gratal asoma tímidamente al fondo


Caminaremos un buen rato junto a los cortados


La nieve ha formado curiosos cristales


Ermita de Santa Magdalena, reconvertida en Refugio


¡Navidad!, ¡Navidad!...


Tras superar el "collado Manzanera" regresamos hacia Arguis


Quejigos. Hojas marcescentes


Finalizando el recorrido. Hemos pasado un día muy agradable


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