LISTADO DE PICOS

viernes, 20 de febrero de 2015

Erata (2.003 m.), con esquís desde Espierre

Dejamos atrás el desvío a Yésero y seguimos por el cordal, bordeando algunas pequeñas masas arboladas

15 de febrero de 2015,
  
  Día gris pero con poco viento. Dejamos el coche en Espierre (cota 1.225 m.) y subimos foqueando por la larga pista de casi cinco kilómetros que en dirección Este nos aproxima hasta ganar el cordal, en un punto donde veremos el poste indicador de la senda que baja a Yésero (cota 1.650 m.)
  Nieva a ratos y parece que quiere salir el sol, aunque se resiste.
  Seguiremos ganando altura por las proximidades del cordal hasta el Pico Yésero y desde allí giramos a la derecha (sur) para enlazar con la cima del Erata (2.003 m.)
  Durante la bajada tenemos suerte y luce el sol. Esquiamos con precaución pues no hay mucha base y es fácil sacar alguna piedra.
  Al enlazar con la pista de nuevo entramos en nubes bajas. Sobre nuestras huellas de subida nos dejaremos deslizar ayudándonos de brazos, pues la pendiente es pequeña y toca remar.
  En este enlace tenéis más detallado el mismo recorrido que hicimos hace un par de años.

  • Desnivel + acumulado: 790 m.    
  • Horario total: 3,5 h.  
  • Distancia recorrida: 13,5 km.


Pasando junto a la ermita de San Juan, cuando ya llevamos más de 2 km. de pista


El desvío a Yésero


Giramos a la derecha y seguimos por el cordal


Pendientes suaves, la ruta es cómoda


Ayer nevó y se nota en los árboles


El sol parece que quiere salir


Nubes bajas en el Valle de Yésero


Cerca del Pico Yésero


En la cima hace frío. No perdemos mucho tiempo


En Peña Blanca (Panticosa), muy cerca de allí, lucía un sol espléndido (foto sacada un par de horas después de terminar la excursión)


El Pico Escuellas asoma bien nevado detrás de las lomas del Verde



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jueves, 12 de febrero de 2015

Tozal de Guara (2.077 m.) desde Santa Cilia

Rafa observa las llanuras de la Hoya. El Moncayo parece levitar entre brumas azuladas


8 de febrero de 2015,
  El domingo decidimos probar suerte e intentar el Tozal de Guara con esquís. Pero Santa Cilia se ubica en su vertiente sur, así que en el fondo sabemos que nuestro proyecto roza la utopía, por tanto cargamos también las botas de andar en el coche.
  Desde Huesca seguimos en dirección a Barbastro hasta el desvío de Loporzano y allí cogemos la estrecha carretera local que por Bandaliés, Sipán y Aguas nos  lleva hasta Santa Cilia de Panzano.
  Podríamos aparcar en el pueblo pero es mejor opción atravesar el casco urbano y continuar por una pista que llanea durante algo más de un kilómetro hacia el norte hasta otra pequeña explanada habilitada como aparcamiento (cota 820 m.)
  Nuestros temores se hacen realidad y no hay ni rastro de nieve en cotas bajas, y desde la carretera nos ha dado la impresión de que el cordal tampoco acumula excesiva cantidad.
  Dejamos los esquís para ocasión más propicia y nos calzamos las botas de andar. Nos cargamos también las raquetas de nieve, no sin ciertas reticencias porque barruntamos que va a ser un peso inútil.
  El recorrido no tiene complicaciones, aunque es bastante largo. Pero las vistas mientras caminemos por la extensa divisoria compensarán el esfuerzo de la caminata.
  Comenzamos a caminar por una larga pista en dirección noroeste, que será nuestro rumbo durante el resto de la ascensión.
  Entre vegetación arbustiva de escaso porte iremos ganando altura progresivamente. En pleno verano esta ruta se me antoja poco propicia, pues las sombras brillan por su ausencia.
  La pista se convierte en sendero más arriba y hace un rodeo para salvar el amplio barranco de Faganetas, faldeando el "Tozal de Cubillas" por el sur. Veremos la antena que preside la cima de este montículo muy arriba, unos 500 metros por encima de donde nos encontramos.
  Llegaremos a un rellano donde hay unas pequeñas balsas de agua anegadas y congeladas (cota 1.520). Un poste nos ofrece visitar una cercana mesa de interpretación, sobre un altero a unos 100 metros. Rechazamos el ofrecimiento y seguimos nuestra ruta en dirección noroeste.
  El sendero hace una lazada y se eleva hasta alcanzar un cruce de caminos por donde se podría ir hacia Used. Curiosamente observamos que la loma por donde se aleja la senda esta barrida por un alud, con lo cual no parece un itinerario muy apropiado para invierno (al menos con riesgo de aludes).
  Poco después alcanzamos el Collado de Vallemona (cota 1.820). En este punto comenzamos a caminar ya por el cordal propiamente dicho. Al fondo vemos la nevada cima del Tozal, que está más lejos de lo que aparenta.
  Observando el lomo corroboramos que no vamos a necesitar las raquetas. La nieve está muy venteada. El paisaje tapizado de escarcha y cristales de hielo está precioso.
  Perdemos ligeramente altitud y llegamos a una llanada donde se emplaza el "Pozo de Nieve de Vallemona o del Duque", que por su fisonomía asemeja un "iglú" de considerables dimensiones construido con sillares de piedra. Parece haber sido restaurado y reconstruido.
  Desde allí ascendemos hacia una primera antecima que bordearemos por el norte antes de perder nuevamente altitud hasta el último collado que nos separa de nuestro destino. Veremos algunos hitos que marcan otro descenso alternativo por el norte por donde se podría bajar a Used o Nocito.
  150 metros de desnivel nos separan definitivamente de la cima del Tozal de Guara. Ascenderemos con tranquilidad, buscando nieve fresca y evitando caminar por las regatas heladas.
  La ausencia de viento y el tibio sol de invierno nos invitan a permanecer un rato en la cima,  mientras disfrutamos de las extensas panorámicas que ofrece esta atalaya. La alargada cordillera pirenaica se recorta por el norte y las difuminadas llanuras de la Hoya de Huesca por el sur. La silueta del Moncayo parece flotar sobre las brumas azuladas.
  • Desnivel + acumulado: 1.392 m.    
  • Horario total: 7,5 h.  
  • Distancia recorrida: 20,8 km.


Ganamos altura y por el oeste asoman los Mallos de San Jorge. Por la derecha, más bajos y un poco en sombra, la Peña San Cosme y el Huevo


Pequeñas balsas congeladas. Al parecer servían de reserva de hielo en periodos de abundancia de nieve


Restos de alud por donde discurre la senda que va hacia Used


El Tozal de Cubillas que hemos bordeado por el sur ya va quedando atrás


Ya caminamos por el amplio cordal y vemos la cima del Tozal a lo lejos


Pozo de Nieve de Vallemona


Ahora hay que subir para bordear por el norte una primera elevación


A lo lejos el Cuculo y San Salvador, la zona montañosa donde se emplaza el monasterio de San Juan de la Peña


Hitos tapizados de hielo 


Llegamos al último collado (por donde también se puede bajar hacia Used-Nocito)


La vertiente norte presenta un aspecto invernal francamente alpino


Rampas finales


Cima del Tozal de Guara


Rafa y yo en la cima del Tozal


La cruz presenta un "peinado" atrevido


Bajando. Por el norte disfrutamos de amplias vistas del Pirineo


Ambiente invernal. No hace viento y luce el sol. Da gusto caminar en estas condiciones


Amplios rellanos y vistas infinitas


Poca es la vegetación que sobrevive en estas lomas tan expuestas al viento y frío


Rafa


Collado de Vallemona


Regresamos sobre nuestros pasos


Mapa con la ruta




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martes, 10 de febrero de 2015

Monte Oturia (1.921 m.), travesía con esquís de Oliván a Yebra de Basa

Las recientes nevadas y las bajas temperaturas han decorado de invierno las laderas del Oturia


7 de febrero de 2015,
   Son casi las 10:30 de la mañana cuando comenzamos nuestra travesía en Oliván (cota 885 m.), pequeña población ubicada a medio camino entre Sabiñánigo y Biescas. Previamente hemos dejado otro vehículo en Yebra de Basa, en la vertiente sur del Oturia.
  El termómetro marca 13 bajo cero, pero luce el sol y no sopla nada de viento con lo cual la sensación de frío queda muy amortiguada.
  Atravesamos el pueblo y bajamos a la pista que discurre junto al barranco de Oliván. Allí calzamos esquís y comenzamos a foquear ganando altitud pausadamente, mientras entramos en el bosque que nos dará cobijo durante las siguientes horas.
  Obviamos el sendero que sube directo a Susín y en su lugar hacemos un pequeño rodeo siguiendo la pista, que es más cómoda.
  Cuando ya vemos la torre de la parroquial de Susín hacemos un alto en la ermita de Nuestra Señora de las Eras, emplazada en un rellano a unos 200 metros del pueblo. Nos asomamos al interior, que presenta un estado bastante deteriorado. Unos puntales sujetan una de las vigas.
  Recorremos después las nevadas calles de Susín (cota 1.070 m.), que aunque no tenga moradores permanentes tampoco está abandonado, y así lo atestiguan varias casas bien conservadas.
  Nos desviamos ahora por el sendero que sube en dirección sur hacia la ruinosa aldea de Casbas de Jaca (1.175 m.), engullida por la vegetación y de la que ya queda poco en pie. La progresión por la estrecha senda se hace más lenta debido al peso de la nieve que arquea el ramaje.
  En Casbas enlazamos de nuevo con la pista forestal que continúa bosque arriba en dirección sureste. No hay huella y el manto es cada vez más profundo. Nos vamos turnando en la primera posición para no acabar desfondados.
  Sobre la cota 1.320 abandonamos la relativa comodidad de la pista y atajamos por la senda. De vez en cuando las ramas bloquean el paso y hay que zarandearlas para descargarlas de nieve. El bosque presenta un bonito aspecto invernal, la tamizada luz del sol se refleja en la blancura y la sensación resulta francamente agradable.
  Alcanzada la cota 1.600 salimos del bosque. Por el oeste resplandece cubierta de blanco la planicie de la Bal Ancha, como pocas veces. Seguimos ganando altura para auparnos al cordal norte del Oturia. La nieve está venteada pero los esquís agarran bien y no precisamos cuchillas.
  Disfrutando de las generosas vistas que nos brinda el nítido día progresaremos sin prisa y sin pausa hasta la cima del Monte Oturia (1.921 m.)
  Hacemos un descanso junto al vértice, degustamos el té caliente con miel que nos ofrece Sara y quitamos las focas. En la loma sur el viento ha azotado fuerte los últimos días y asoman muchas piedras. Nos deslizamos por tanto hacia el sureste buscando pendientes mejor innivadas.
  La nieve esta cambiante así que bajamos con precaución. Enlazamos pronto con la pista que baja hacia Santa Orosia y tirando un poco de brazos atravesamos el rellano hasta el Santuario (cota 1.547 m.)
  Echamos un trago en las frías aguas que manan de la fuente y comenzamos el largo descenso por la pista de Yebra. Afortunadamente hay una huella bien marcada de gente que ha subido con raquetas. La pendiente es suave pero deja deslizar. Nos alegramos de llevar esquís pues en una hora escasa habremos descendido sin apenas esfuerzo los 10 kilómetros que nos separan de Yebra (cota 870 m.)

  • Desnivel + acumulado: 1.070 m.    
  • Horario total: 7 h.  
  • Distancia recorrida: 23,8 km.

Iglesia románica de San Martin, en Oliván, punto de inicio de nuestra ruta


Ermita de Nuestra Señora de las Eras de Susín. Fue utilizada como establo durante decenios


Iglesia de Santa Elulalia de Susín


"Foqueando" al sol por las calles de Susín, un auténtico placer


Saliendo de la senda que sube hacia Casbas


Casbas está en estado ruinoso y los muros van cediendo cada año


Seguimos un buen rato por la pista, abriendo huella en nieve cada vez más profunda


La pista tiene poca pendiente y ganamos metros muy lentamente


Nos desviamos por la senda que a veces queda semioculta por ramas cargadas de nieve (importante llevar el track cargado en un GPS en terreno nevado)


Progresar por el bosque en días soleados es un placer. De vez en cuando se desprende nieve de las copas y crea halos de nieve


Otro corto tramo de pista


Árboles nevados


Bea 


Salimos del bosque y disfrutamos de amplias vistas. Al fondo el cordal que aun tenemos que recorrer


Seguimos dibujando la huella entre vegetación congelada


Enseguida atajaremos ascendiendo por la ladera que tenemos frente a nosotros


Sara y Bea. Peña Oroel y la nevada llanura de la Bal Ancha a lo lejos


Gabietos y Taillón asoman al fondo


Progresamos por laderas venteadas. Sierra de la Partacua y Collarada a lo lejos


Las pendientes no son pronunciadas y las vistas son espléndidas


El Macizo de Monte Perdido se recorta en la lejanía (se aprecia la Brecha de Rolando)



Oroel y Bal Ancha siempre a nuestra espalda


El vallado nos indica de donde soplaron los vientos los días previos


Sara


Cada uno salvamos los obstáculos a nuestra manera. Podéis apreciar el "bastón ecológico" de Bea, modelo "Boj-American Tape"


De izda.a dcha:  Sara, yo, Bea y Rafa. Cima del Oturia


Rafa ya se desliza por la pala sureste. Bea a punto de salir


Por el este asoma Peña Canciás, de similar altura


Santuario de Santa Orosia


La cascada se precipita por encima de las ermitas de la Cueva y San Cornelio, cuyos muros se adivinan incrustados en los cortados


Sobás


Mapa con el recorrido realizado (en color verde)





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