LISTADO DE PICOS

jueves, 24 de abril de 2014

Estrechos del Río Ebrón


El desfiladero del Ebrón nos sorprende por sus aguas cristalinas de tonos verde lima

18 de abril de 2014,

   Continuamos descubriendo rincones interesantes de la provincia de Teruel. Hoy conduciremos por la revirada carretera de Cuenca para luego desviarnos por una comarcal hasta la pequeña localidad turolense de “El Cuervo”, que limita por el sur con el enclave valenciano del “Rincón de Ademuz
  Aparcamos junto al río, en la parte baja del pueblo, en la zona llamada “Los Chorros”. Veremos un cartel que indica “Sendero Botánico” y en esa dirección comenzamos a caminar, cruzando un puente sobre el Río Ebrón.
   Pasearemos durante un rato entre huertas, frutales en flor, altos chopos y arbolado típico de ribera. La pujante vegetación y la algarabía de los trinos de las aves nos recuerdan que estamos en plena primavera.
    El sendero se hace corto, enseguida enlazamos con la pista que lleva hacia los “Estrechos del Ebrón”.
   Llanearemos durante un par de kilómetros, con el refrescante sonido del río que discurre pausado a nuestra izquierda. El ribazo flanqueado de árboles y algunas huertas por nuestra derecha entretienen el caminar. Llegaremos a un pequeño merendero donde finaliza la pista.
   Comienza ahora el tramo más bonito del recorrido. Durante más de un kilómetro recorreremos la parte más encajonada del barranco, a la altura de la lámina de agua. Pequeñas cascadas, remansos de agua cristalina de tonos verdes vivos y un paisaje cambiante tras cada recodo harán que disfrutemos de cada paso.
   Algunas pasarelas, escaleras, puentecillos e incluso algunos peldaños con algún agarradero de sirga nos ayudarán a progresar seguros y “sin mojarnos”. El recorrido es sencillo, no hay ningún paso difícil.
   Tras cruzar el río por una alargada pasarela metálica el sendero gana altitud y abandonaremos la zona umbría. El arbolado va dando paso al matorral. El barranco irá quedando abajo, a nuestra derecha.
  Llegaremos más tarde al denominado “Puente Natural de la Fonseca”. Los caprichos de la naturaleza han hecho que permanezca en pie un arco kárstico de roca natural por donde podemos cruzar el barranco. Así lo hacemos. Tomaremos el sendero que por el otro lado continúa en dirección norte, paralelo a los meandros que dibuja el barranco pero a una elevada altura.
  Tras un par de repechos alcanzaremos el mirador más alto del recorrido. A partir de aquí el sendero se apacigua y comienza a perder altura. Iremos girando hacia el oeste hasta desembocar en un pequeño soto, un rellano con chopos donde otra vez caminaremos junto al cauce del río.
   Nos desviaremos brevemente a la derecha para visitar la cercana “Cascada de Calicanto”, emplazada aguas arriba de un antiguo molino harinero. Haremos una parada para comer al frescor. Estamos muy cerca de Tormón.
   Tras el descanso retrocedemos de nuevo hasta el soto pero nos desviaremos ahora por una pista a mano derecha. Tras acortar por un breve atajo enlazamos con la pista que sube atravesando el pinar por las lomas de la margen derecha del río Ebrón.
   La pista confluye en la parte alta en un sendero que nos devolverá nuevamente al Puente Natural. Se agradece caminar un rato a la sombra de los pinos.
  Alcanzado el Puente por segunda vez ya simplemente tendremos que regresar sobre nuestros pasos, aunque en la parte final atajaremos por la pista asfaltada en lugar de volver a recorrer el sendero botánico.

  • Desnivel + acumulado: 420 m
  • Horario total: 5 h. 15 min.  
  • Distancia recorrida: 17,3 km.

Por el sendero botánico


El río Ebrón nos acompaña a nuestra izquierda mientras caminamos por la pista


Entrando en la zona más encajonada y más bonita del trayecto


El sendero está bien acondicionado con pasarelas, escaleras y peldaños


Aguas transparentes


Observando el hipnotizador cauce


Descendiendo un corto tramo con peldaños equipado con sirga


Última pasarela antes de salir del bosque de ribera


Llegamos al Puente Natural de roca


El Puente Natural por donde hemos cruzado el barranco


De nuevo bajamos al río tras caminar buen rato por la parte alta del barranco


Cascada de Calicanto, buen sitio para comer


De regreso. Los tonos del agua varían en función de la luz y hora del día


Río Ebrón, el protagonista del día





6 comentarios:

Pirene dijo...

¡GUAU! que chulada de aguas! nada nada, que habrá que darse una vuelta por Teruel un día de estos... o el año que viene... jejeje

Salud!

Daniel Alcalá Almela dijo...

Buenos recuerdos me trae tu entrada de cuando hicimos este mismo recorrido en 2011, el sitio es una pasada, como muchos de los que tiene nuestro vecino Teruel, del que pronto visitaré Albarracín, el cual no conozco y que vi que estuvisteis hace poco por allí también.

Un saludo.

Eduardo Pardo dijo...

Está la quiero hacer está primavera, la verdad que es una ruta bien maja, sobre todo ahora en primavera que el río lleva buen caudal, porque me imagino que en verano el caudal sera escaso. Veo que habeis aprovechado bien el puente, un saludo

Óscar Martín Estallo dijo...

Jo, es muy bonito! Lástima que me pille tan a desmano! Sencillo pero bonito, sí señor. Cuantas cosas hay por ver,jeje. Saludos!!

David Naval dijo...

Hola Pirene,
Esta sería una buena ruta para recuperarse del "mal de altura", je, je.

Hola Dani,
En Albarracín también tienes caminatas majas y con posibilidad de acortarlas si vais con niños.

Hola Eduardo,
Lo malo de esta ruta es que nos queda un poco lejos de Zaragoza, pero combinándola para hacer un par de cosas un fin de semana merece la pena. En verano creo que la gente la hace hasta con bañador y se van refrescando sobre la marcha (yo no vi carteles de prohibido bañarse).

Hola Oscar,
Lo que comentaba antes. Quizás demasiado lejos para ir en el día pero no está mal tenerlo en la recamara para un fin de semana por la zona o algún viaje hacia la costa levantina. Lo importante es que nos queden cosas por ver y tener ilusión por verlas, jeje.

Saludos a todos y gracias por la visita!

Amuso dijo...

Andaaa, el Ebrón¡¡. Por allí anduve hace unos años, gracias a un colega de Teruel que comentó que en Teruel tenían un río más grande que el Ebro: el Ebrón. ¡¡Como podía ser eso!!, así que no quedó más remedio que comprobarlo...grande no se no se, pero majo si que es un rato.
Eso sí, no recuerdo ver pasarelas, nos tocó el cruzar a pinrel descalzo unas cuantas veces...

Majo sitio, gracias por compartirlo¡¡

Fer

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