San Juan de Busa
Sábado, 29
de julio de 2017,
La noche es cálida, me desvelo y sigo el
impulso de mi faceta de nómada solitario. Cojo la cámara de fotos y sin rumbo
definido bajo por el Valle de Tena para hacer fotografías nocturnas.
Me detengo en el Dolmen de Santa Elena, me acomodo con la mirada en alto y disfruto un rato de la Vía Láctea , mientras van
entrando nubes.
Sigo después por la carretera de Lárrede
hasta San Juan de Busa, preciosa
muestra del románico del Gállego.
La noche es profunda y entre los árboles oigo
pulular a las criaturas de la oscuridad. Disfruto de la soledad y en la nocturnidad intento comprender porque desde los albores se sacralizaron los lugares que estoy visitando. Algo se intuye en estos parajes, y nuestros ancestros lo percibieron.
Son las cuatro de la mañana, la temperatura es estupenda y decido seguir ruta hacia San Juan de la Peña. Otra breve parada
en Santa Cruz de la Serós, silenciosa, para inmortalizar la iglesia de Santa
María, antigua abadía.
Continuo hacia San Juan de la Peña y en la
más negra de las oscuridades hago unas fotos del Monasterio Viejo. La brisa
nocturna arranca lamentos quejumbrosos de los árboles del bosque, que
reverberan en la bóveda de la
roca. Después , silencio absoluto.
Subo al Monasterio Nuevo, dejo el coche y comienzo a caminar hacia la atalaya de la Ermita de San Salvador. Casi a tientas, escucho a los murciélagos
que revolotean cerca de mí.
Y el amanecer me sorprende junto a los cortados que
se asoman a meridión. Por detrás el amanecer lluvioso sobre la Peña de Oroel
me regala un bonito espectáculo. Me detengo un rato, dejando que la luz regrese
un día más, y contemplo al norte sierras de ceniza que se solapan dibujando
bonitas acuarelas.
Dolmen de Santa Elena
San Juan de Busa
San Juan de Busa. Arcos lombardos y moldura tórica con friso de baquetones
Iglesia de Santa María (Santa Cruz de la Serós)
Monasterio Viejo de San Juan de la Peña
Amanece en Peña Oroel mientras subo a San Salvador
Cima también sacralizada con una gran cruz
Monasterio Nuevo con Peña Oroel al fondo
El Midi, al norte, ya reclama su atención con las primeras luces
Preciosos solapamientos de Sierras
Las luces y la fina lluvia crean auténticas acuarelas
Muy bonito reportaje, David. Además a esas horas... sin aglomeraciones, jeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Miguel Angel,
ResponderEliminarGracias. Estas experiencias solitarias, un poco a contracorriente, me gustan de vez en cuando. Se ven las cosas de forma diferente.
Saludos!
De verdad, tío... eres mi héroe.... solo te faltaba esto la fotografía nocturna y los textos con sentimiento....
ResponderEliminarSoberbias fotos. Al final una noche de gaupasa haciendo fotos?
ResponderEliminarHola JM,
ResponderEliminarJajaja, me halagas. Para mí tu eres el Maestro, la enciclopedia humana.
Hola Abuelo,
Muchas gracias. Si, me desperté sobre las 2 y ya me quedé toda la noche y gran parte del día vagabundeando por ahí. Y me gustó la experiencia.
Gracias por vuestra visita chicos!
Hola David!
ResponderEliminarMuy bonitas fotos... Hay alguna realmente preciosa.. Ya me has metido otra idea en mente, jeje.
Lo que sí veo es que te las apañas para disfrutar en cualquier momento! (aunque con estas temperaturas, la noche acabará siendo la opción más asequible) Saludos!!
Hola Oscar!
ResponderEliminarMuchas gracias. Ya ves, robando horas al sueño se pueden hacer actividades interesantes. Lo malo es cuando toca trabajar al día siguiente, pero merece la pena.
Saludos majo!