lunes, 31 de agosto de 2015

TENERIFE Chamorga - El Draguillo - Faro Anaga - Roque Bermejo, circular


Roque Bermejo, enorme peñasco que recuerda la aleta de un tiburón

9 de julio de 2015,
  Vuelvo a visitar el Macizo de Anaga, hoy quiero recorrer su extremo noreste.
  Por la estrecha carretera TF-123 llego hasta el pueblecito de Chamorga y aparco bajo una sombra a la entrada del pueblo (cota 490 m.) (ver localización en el mapa).
  A los pocos metros veo junto a un murete de piedra el cartel que indica "El Draguillo 2,7 km.", y por allí comienzo a caminar. El sendero se interna en un agradable bosque y asciende en dirección Oeste.
  Sobre la cota 660 alcanzo un collado donde hay un cruce de sendas y cambio de vertiente. Sigo recto y comienzo a perder altura. La cobertura del bosque queda atrás, en esta orientación domina la vegetación arbustiva. Pronto veo las contadas viviendas de "El Draguillo" asomar en la parte baja del barranco, todavía lejanas.
   La senda desciende hasta el límite del pueblo (cota 200 m.), pero no llegaré a entrar al casco urbano. Me desvío a la derecha por un sendero con la advertencia "Peligro-Danger". Desde luego el cartel es disuasorio y por algún motivo estará, supongo que será peligroso en caso de lluvias o mal tiempo, pero yo no encontré ningún punto delicado en todo el trazado.
   La senda baja unos metros para cruzar el barranco del Draguillo y comienza a remontar hacia el Este acercándose al litoral. Me espera un largo trayecto solitario y precioso, con fenomenales vistas de la costa. Caminaré sobre los acantilados con vistas a los Roques de Anaga, dos grandes peñascos que emergen a escasos metros de la costa. El "Roque de Tierra" llega a quedar unido a la costa durante la bajamar. El "Roque de Fuera" es más pequeño y alargado, y se encuentra más alejado, mar adentro.
  El sendero serpentea, adaptándose a la morfología del terreno y bordeando algunos barrancos por su cabecera. 
  Paso junto al abandonado caserío de "Las Palmas de Anaga", una hacienda y varias construcciones levantadas sobre un pequeño altiplano frente a los Roques. Sus habitantes se dedicaron a la actividad agrícola. Tuneras, tabaibas, cardoncillos, bejeques, y numerosos matorrales crecen por los alrededores.
  El camino gana altura y sigue su trazado siempre hacia Levante. Los Roques van quedando atrás.
  Llego a un cruce de senderos. Por la derecha hay una variante por donde podríamos volver a Chamorga de forma más rápida (3 km. de distancia), pero yo prefiero seguir el trazado que baja hacia Roque Bermejo aunque sea un poco más largo, y no me arrepentiré, pues me pareció un lugar especial.
  A pocos metros del cruce se encuentra el Faro de Anaga, emplazado a bastante altura respecto al nivel del mar (cota 250 m.). Hago unas fotos y comienzo a perder desnivel por un sendero empedrado que baja hacia la remota cala de Roque Bermejo.
  Me acerco hasta el mar para visitar este pequeño enclave, donde no llega ninguna carretera y solo se puede llegar caminando o en barco. Una pequeña ermita, media docena de casas, una playa y un reducido embarcadero componen una preciosa estampa donde se respira paz y serenidad.
  Estuve un buen rato sentado sobre una roca, con los pies metidos en el mar, viendo batir las olas sobre el espectacular Roque que da nombre al lugar, un pitón rocoso cuya forma me recordaba a una enorme aleta de tiburón.
  Da pereza regresar a Chamorga, sobre todo pensando en los casi 500 metros de desnivel que tengo que ascender por el sendero del Barranco de Roque Bermejo, el camino natural que une ambas poblaciones.
   Remontaré el camino a pleno sol, pues las sombras son más bien escasas. Pero con los pies frescos y el espíritu sosegado el retorno no se me hizo pesado.


He madrugado y el amanecer me pilla de camino a Chamorga. (Foto desde el Mirador del Pico del Inglés)


Amanece en el Macizo de Anaga


Roque Taborno


Vistas hacia la vertiente sur del Macizo de Anaga


Por el norte, vistas hacia Taganana


Los Roques de Anaga


Roque de Tierra (el grande) y Roque de Fuera (el pequeño, más alejado)


Los Roques de Anaga y en primer plano la meseta donde se emplaza el núcleo deshabitado de "Las Palmas de Anaga"


Tuneras, tabaibas y numerosos matorrales crecen por los alrededores de "Las Palmas de Anaga"


Una araña tejiendo


Un drago vigila la estela del Roque de Tierra, también llamado Roque de Dentro. El Roque de Fuera podría convertirse en el monstruo del Lago Ness en un día de niebla, con dos copas de más


Una última mirada a los llamativos pitones de los Roques de Anaga


Faro de Anaga, vigilando un mar plateado de mediodía


Ya asoma el enclave de Roque Bermejo


Roque Bermejo. Junto a la ermita


Ermita de Roque Bermejo


Playa de Roque Bermejo


El fantástico pitón rocoso que da nombre a Roque Bermejo


Caserío de Roque Bermejo


Embarcadero de Roque Bermejo


Playa de Roque Bermejo


Mapa con el recorrido en color naranja (fuente IGN)




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