Tenerife, la más extensa de las islas del
archipiélago canario, ofrece interesantes atractivos para la práctica del senderismo.
De origen
volcánico, presenta acusados contrastes entre las zonas semidesérticas del sur
y los bosques subtropicales de laurisilva en la vertiente norte, favorecidos
por la humedad de los vientos alisios. Las diferentes altitudes y microclimas
han originado una gran biodiversidad y abundantes endemismos.
El
omnipresente Teide vigila desde el centro de la isla. Con sus 3.718 metros , la mayor
elevación del territorio español, ejerce de divisoria de aguas y ambientes.
Nosotros
visitamos principalmente la vertiente norte de la Isla (ver mapa). Decidimos
alojarnos en Puerto de la Cruz, de esta forma teníamos la mayoría de
excursiones a una hora máximo en coche. Exceptuando la autovía, las carreteras
suelen ser sinuosas y las medias de velocidad son bajas.
El Macizo
de Anaga, en el extremo nororiental y reconocido recientemente como
Reserva de la Biosfera por la Unesco atesora numerosos recorridos. Tampoco nos
olvidamos de visitar el Parque Nacional del Teide y el Parque Rural de Teno,
en la zona noroeste de la isla.
El clima es
bondadoso durante todo el año, pero en verano la insolación puede ser muy
elevada y la protección solar es indispensable (el índice UV superó el valor
extremo varios días durante nuestra estancia). Una crema de factor elevado,
gafas y gorra no deben faltar en nuestra mochila. La hidratación es también
importante en las caminatas y debemos llevar siempre la cantidad de agua
necesaria pues difícilmente encontraremos agua potable natural. Deberemos
utilizar también un calzado apropiado para montaña. Vimos a gente caminar con
"chanclas" por el malpaís y la roca volcánica, algo nada aconsejable.
De este viaje me quedan buenas sensaciones para el recuerdo: la ascensión en soledad al
Teide con luna llena, la espectacularidad del Barranco de Masca, el paseo entre
espesas brumas atlánticas por el Bosque Encantado del Pijaral, el sendero entre un oscuro caos de rocas y coladas del Malpaís de Güímar, la escabrosa orografía
de los barrancos y acantilados del Macizo de Anaga con el mar de fondo, el remanso de serenidad en
la apartada cala de Roque Bermejo....Volvería, sin duda.
Listado de
excursiones
(pinchar en cada enlace para acceder a la
descripción detallada)
5 - Rambla de Castro
Bueno bueno!! vamos allá! ya estoy frotándome las manos.... a ver a ver...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue recuerdos!!! me quedo con Teno y el barranco de Masca....
ResponderEliminarY Anaga!!
ResponderEliminarHola David.
ResponderEliminarQue buenos recuerdos me trae la isla de Tenerife, ¿será por su belleza, o porque era mucho más joven?, jaja. Yo por aquel entonces fui en plan turista y playero, y no hicimos ningún recorrido.
Que traicionero es el Teide, casi siempre rodeado de nubes, que parece que el sol no pega, pero leches que si pega y de lo lindo, iremos leyendo poco a poco todas las entradas, que ayer por la noche llegue de vacaciones y mañana nos vamos a Jaca.
Por cierto me han hablado muy bien de los barrancos de la isla, y el vuelo ¿desde Zaragoza?.
Un saludo.
Hola Pirene,
ResponderEliminarAhora me queda tajo con las crónicas. Tengo muchas ganas de subir al Pirineo, hace casi dos meses que no pateo por allí...buf.
Hola Mari Luz,
Ya ves que te hice caso y visité Anaga y Teno. El barranco de Masca muy bonito y Anaga me encantó también, en general más incluso que Teno.
Hola Eduardo,
Yo también conocía Tenerife en plan "turista" pero ahora ha sido como descubrir otra isla nueva, alejados de los sitios clásicos donde se puede llegar a pie de coche. Merece la pena.
Nosotros volamos desde Madrid. Cuando contraté el billete no había vuelos regulares directos desde Zaragoza a la isla de Tenerife.
Saludos a los tres y gracias por la visita!!
Vaya tela!!!! Me muero de ganas de verlo todo, que a mi no me cundió tanto cuando fuí...
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