Rutas por el Pirineo: Bosque de la Pardina del Señor (Fanlo-Sarvisé)

El recorrido de hoy transcurre íntegramente por bosque

2 de noviembre

Hoy hemos quedado con Pirene, Bonito y unos amigos suyos para hacer una agradable y sencilla ruta, ideal para el otoño. En algunos blogs hablaban de este recorrido recientemente acondicionado. El amigo Oscar (Holártica), con sus instructivos reportajes, terminó de convencerme para visitar este magnífico bosque.

Nos reunimos en Sarvisé, en el cruce de la carretera que sube a Fanlo. Dejamos allí un coche y con la “furgopirene” seguimos en dirección a Fanlo.

Medio kilómetro antes de llegar al collado del desvío de Fanlo veremos a la izquierda un cartel amarillo que marca el comienzo de la ruta. Aparcamos junto a la carretera, en un ensanche donde caben dos o tres coches.

El cartel indica "GR15-Buesa 14,8 km". Seguir la senda no tiene mucho misterio pues está bien marcada y hay carteles en los pocos cruces que encontraremos. Se trata de llegar a Buesa y desde allí bajar a Sarvisé por el "sendero del Quejigar".

El sendero desciende en un primer momento por un frondoso pinar hasta el cauce del barranco de Ballarín o de Chate. Lo cruzamos y ganamos altura por la otra vertiente, la cual ya no abandonaremos durante el resto de la jornada.

Entraremos en un denso bosque mixto donde abundan las hayas, robles, álamos y arces. Veremos también fresnos, avellanos, algunos abetos y hiedras envolviendo algunos troncos.

Casi todo el trazado discurre por el interior del bosque, con pequeños sube-bajas. Cruzaremos en un par de ocasiones pequeños barrancos secundarios. Es una ruta ideal para tomársela con calma y disfrutar de la naturaleza. Algunos grandes ejemplares de robles llaman nuestra atención. Entre la espesura del bosque se oye el continuo canto de las aves, se nota que es un bosque vivo, con abundante biodiversidad y en buen estado de conservación.

Pasaremos al poco rato junto a las ruinas de la Pardina del Señor, cuyos muros van sucumbiendo al paso del tiempo y terminarán engullidos por la maleza en pocos años.

Conforme perdemos altitud las laderas se muestran menos umbrías y la vegetación va cambiando. Las hayas darán paso a quejigos, bojes y encinas.

Tras unas horas de agradable caminata, cuando las piernas ya piden un descanso, llegaremos a las afueras de Buesa. No llegaremos al centro del pueblo, que se yergue al otro lado del barranco, sino que seguiremos un cartel que junto a la iglesia indica "Senda del Quejigar".

Bajaremos por una empinada senda, tapizada de resbaladizos glans (bellotas del quejigo), que en cuestión de minutos nos devolverá a Sarvisé. Nos tomaremos una cerveza en una terraza, pues este cálido otoño todavía permite estos placeres, y luego subiremos con el coche a recoger la furgoneta.

Desnivel + acumulado: 510 m. (980 m. de descenso)
Horario total: 6 h.
Distancia recorrida: 16,7 km.