Efectos de la erosión en la costa noroeste de Menorca
8 de octubre de 2014
Hoy nos
espera la etapa más larga, superando los 30 kilómetros .
Recorreremos el cuadrante noroeste de la isla, que se caracteriza por estar muy
poco poblado. En días muy calurosos es importante llevar buena reserva de agua.
Desde Cala Morell no encontraremos
núcleos habitados hasta Ciudadela.
Tras pasar
la noche en Ferreries, la empresa que
se encarga de los transfer nos
devuelve al punto donde nos recogieron ayer (“Santa Elisabet”) y comenzamos a caminar por la pista que, en poco
más de un kilómetro, nos baja hasta la pedregosa playa de Els Alocs.
Desde allí
la senda asciende paralela a la
costa. El esfuerzo de subir pronto nos recompensa al
asomarnos a Cala Pilar, una agradable playa arenosa escondida entre montes
de tonalidades rojizas.
No bajamos a
la playa, pues el sendero continúa ascendiendo internándose tímidamente tierra
adentro. Pronto nos aproximamos otra vez a la costa para rozarla en Alfurinet.
Desde allí, ahora sí, nos alejaremos del mar caminando varios kilómetros entre
pinos, carrascas y campos de labor.
Llevaremos
ya unos 10 kilómetros
acumulados desde el inicio cuando llegamos al cruce de la Cala de Algairens. Allí
decidimos desviarnos unos metros para visitar la playa y descansar un poco.
Continuamos
después nuestro camino bajo la sombra de los pinos hasta Cala Fontanelles. El
sendero allí de nuevo se acerca a la costa, pero por breve espacio, pues de
nuevo ganamos altura para caminar paralelos a un largo murete de piedra seca. A
lo lejos divisaremos el blanco caserío de Cala
Morell. Atravesamos parte de la urbanización y bajamos hacia la playa para
tomarnos una cerveza en el chiringuito, pues a partir de aquí sabemos que nos
espera un largo tramo por terreno yermo y con pocas sombras.
En Cala
Morell podremos visitar una necrópolis de la época pretalayótica, de fácil acceso ya que se encuentra junto a la carretera. Son
varias cuevas aderezadas con curiosos elementos arquitectónicos excavadas en
los cantiles de un barranco, muy cerca de la playa.
Desde Cala Morell el sendero del Camí asciende y comienza a llanear por
lo alto de los acantilados. El trazado dibuja luego un rodeo bordeando muretes
entre encinas y vegetación arbustiva castigada por el viento. Después se acerca
a la costa.
El manto
forestal es cada vez más ralo y el
paisaje se va tornando árido. Caminaremos por una amplia meseta expuesta
al viento y recortada sobre los acantilados. Divisaremos a lo lejos el lejano Faro de Punta Nati, que nos servirá de
referencia visual.
El terreno
es baldío y con abundantes afloramientos rocosos, pero no resulta incómodo para
caminar (para ir en BTT parece bastante menos apropiado, e incluso con probabilidad
de algún pinchazo).
Este paisaje
desolado tiene también su encanto, pero se me antoja que tiene que ser duro e
incómodo atravesar esta zona cuando la Tramontana
sople fuerte. Finalmente llegaremos al cruce de la carretera que lleva al Faro
de Punta Nati. Me desviaré algo más de medio kilómetro para visitar el
faro y después me reúno con Elena en la carretera.
La tarde va
avanzando y todavía nos queda un largo trecho hasta Ciudadela. Continuaremos caminando junto a muros de piedra, girando
paulatinamente con rumbo suroeste, abandonando la costa norte. Pasaremos ya
cerca del final por un pequeño altero, Sa
Falconera, donde tendremos buenas vistas de la meseta litoral por donde
hemos caminado.
Finalmente
divisaremos las viviendas de la Urbanización de Cales Piques, donde hemos
acordado que nos recogerán para evitar caminar por asfalto hasta el centro de Ciudadela. Pero un poco antes de llegar
allí podremos contemplar a la derecha el Pont d'en Gil, una arco natural de
piedra recortado sobre el acantilado.
Ya hemos
recorrido toda la costa norte. Mañana comenzaremos a caminar por el litoral
sur, de regreso a Mahón... pero eso
será dentro de cuatro días.
- Desnivel + acumulado:
- Horario total: 9,5 h.
- Distancia recorrida:
Llegando a Cala Pilar
Cala Pilar
Cala Fontanelles
Dejamos atrás Cala Morell, último núcleo habitado antes de Ciudadela
Barracas de piedra seca para proteger al ganado de la fuerte insolación o los vientos
Paisaje áspero y descarnado en la costa noroeste de Menorca. A lo lejos se distingue el Faro de Punta Nati
Litoral agreste, peligroso para la navegación si sopla la Tramontana
Recovecos en los acantilados
Cruz que recuerda el naufragio del vapor "Général Chanzy" frente a estas costas en 1910. Este desastre impulsó la construcción del Faro de Punta Nati
Faro de Punta Nati
Barracas con fines defensivos junto al Faro de Punta Nati
Elena llega cansada a la carretera del Faro (y aun nos quedan varios kilómetros, que haremos a ritmo muy tranquilo)
Atardecer en Punta Nati con Mallorca recortada al fondo
Dejamos el Faro de Punta Nati atrás y ponemos rumbo a Ciudadela
Precioso paisaje de la meseta litoral recortada sobre el mar. A lo lejos aun se distingue el faro
Arco natural de piedra de Pont d'en Gil
Pont d'en GIl
Pont d'en Gil
Mapa con la Etapa nº 4
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