martes, 18 de febrero de 2014

Erata (2.003 m.), circular desde Barbenuta

Ascensión por la pista de Punta Chunda y descenso por ermita San Juan


Jorge a punto de perder una raqueta al cruzar el Barranco d'os Lucas, que bajaba muy crecido

15 de febrero de 2014,

   Día lluvioso y muy desapacible. Hoy queremos evitar rutas comprometidas o con riesgo de aludes así que buscamos refugio en la Tierra de Biescas. Ponemos los ojos en el Erata, una sencilla cima que ya hemos visitado en otras ocasiones. Las recientes nevadas nos animan a intentar su ascensión con esquís y raquetas por una ruta poco transitada.

  A pesar de la adversa meteorología deciden acompañarnos Itziar y Jorge alentados por mi vaga promesa de que “solo dan lluvias hasta el medio día”. Espero que me sigan dirigiendo la palabra después de esto (Pachi, hoy acertaste de pleno quedándote en casa).

  Ponemos rumbo a Gavín y nos desviamos a la derecha por la carretera que sube a Espierre (el desvío indica también “Camping de Gavín”). Aparcamos junto a los contenedores de basura de Barbenuta (cota 1.190 m.), que están un poco antes de entrar al pueblo. No llueve y tampoco hace frío. Eso nos anima.

   Con las raquetas y esquís en la mochila retrocedemos unos metros por la carretera en busca de una  pista a mano izquierda cerrada al tráfico. La pista desciende suavemente en dirección Este hasta confluir con el “Barranco d’os Lucas” (cota 1.127 m.). Con las lluvias y el deshielo baja embravecido y muy crecido.

  Propongo que nos descalcemos para cruzar. Elena e Itziar me miran con cara de “tú estás de broma” y muestran signos de rebelión amagando con darse la vuelta. Necesito una solución urgente. Antes de que reaccionen comienzo a alinear y mover enormes piedras que ya se encuentran en el cauce para conseguir algunos puntos de apoyo. En pocos minutos, colaborando todos, lo lograremos.  

   Cruzo el primero, tengo que convencerles de que “no hay peligro”. Me siguen Elena, Itziar y Jorge, quién está apunto de perder una raqueta durante el trance.

  Superado el obstáculo comenzamos el ascenso por la larga pista que nos conducirá hasta el cordal sur del Erata. La ladera tiene orientación norte, está resguardada y densamente poblada de pinos. La nieve se conserva bien pero se ha vuelto densa, humidificada por las lluvias y las altas temperaturas.

   El camino describe una larga lazada por el pinar ganando altura. Tras la primera curva el manto de nieve ya es uniforme y por tanto nos calzamos los esquís y las raquetas (cota 1.250 m.)

  Hace un rato ha comenzado a llover. Caminamos despacio, con la nieve tan pesada resulta trabajoso mover las raquetas. Yo voy cómodo con los esquís, a pesar de tener que abrir huella, y tengo que ir parando de vez en cuando para no dejar atrás a los demás.

  Hacia el medio día, lejos de remitir las lluvias como pronosticaban, se hacen más intensas. Con la humedad y el vapor de agua la visibilidad es casi nula. A nuestra derecha llegaremos a ver en un par ocasiones la vecina cima del Oturia, entre jirones, como un espejismo. La pista está repleta de huellas de animales. No las se identificar pero es una prueba de la vida que aloja el bosque y que nos suele pasar desapercibida.

   Sobre la cota 1.800 ganamos el amplio cordal y dejamos atrás los árboles. El espesor de nieve es considerable. No se ve nada,  hace frío y algo de viento. Caminamos inmersos en un limbo blanco. Atentos al GPS (bendito aparatito) bordeamos la pequeña elevación de “Punta Chunda” por su lado norte y acometemos la última rampa que nos separa de la ermita de “San Benito”.

   Voy abriendo huella y por detrás me parece oír entre susurros un “…nos hemos perdido, vamos a tener que darnos la vuelta…”. Creo que la subida se les está haciendo larga, avanzamos bastante despacio. Doy un acelerón y entre las brumas veo aparecer la silueta de la ermita. Itziar y Elena vuelven a recuperar la moral en cuanto divisan el techo del pequeño zoque.

   No podemos entrar, el interior de la ermita se encuentra repleto de nieve que se ha colado por la abertura en forma de cruz que adorna la puerta. Comemos algo a resguardo de uno de los muros y continuamos en dirección oeste salvando el pequeño desnivel que nos separa del vértice geodésico del Monte Erata.

   Afortunadamente ha dejado de llover e incluso se abre algún claro. Comenzaremos a descender en dirección oeste, dejando a nuestra derecha la redondeada cima del Pico de Yesero. Caminando por el amplio lomo de la divisoria con Yésero bajaremos hasta enlazar con la pista de Espierre.

  Yo bajo esquiando. Cada poco voy parando para esperar a los raqueteros. En cuanto alcanzamos la pista, donde ya no hay pérdida, me adelanto. La nieve está pesada pero ayudándome de los bastones desciendo con rapidez. Otra vez llueve, así que incremento el ritmo, paso junto a la ermita de San Juan (cota 1.400) y prosigo hacia el Oeste en dirección a Espierre.

  Un kilómetro antes del pueblo la nieve se termina. Me cargo los esquís en la mochila y continuo caminando por la embarrada pista. Paso junto a la iglesia de San Esteban de Espierre y recorro el último medio kilómetro por asfalto hasta llegar al coche.

  Me quito las botas, cargo todo en el maletero y subo con el coche para recoger a los demás y ahorrarles un trecho de camino.

  La calefacción del coche y una parada en Biescas para tomarnos un vaso de leche bien caliente nos ayudará a entrar en calor y desentumecernos. Pronto nos olvidamos de la lluvia y nos quedamos con los buenos recuerdos de la jornada, que al final son los que perduran en la memoria. La próxima vez seguro que tendremos sol.


  • Desnivel + acumulado: 890 m
  • Horario total: 7  h.  
  • Distancia recorrida: 18 km.

Ya hemos cruzado el barranco, único obstáculo destacable del día


La larga y poco transitada pista que asciende hacia el cordal sur del Erata


Ermita de San Benito


Puerta de la ermita. Se puede ver la nieve acumulada dentro que se ha colado por la cruz


La nieve en el interior casi llega al techo


La pequeña ermita de San Benito, reconstruida gracias a la labor de la "Asociación Cultural Erata"


Cima del Erata. El vértice geodésico está casi enterrado de nieve





6 comentarios:

  1. Joder macho. Lo tuyo no tiene nombre. No solo subiste a Erata en un día asqueroso si no que, encima te curras una circular apta para un día primaveral-veraniego. Yo, si fuera Itziar y Jorge tampoco te hablaría...Elena, supongo que estará ya acostumbrada...
    Hala saludos, campeón...que sepas que, desde aquella de la Partacua, sigues siendo mi ídolo y esto que haces solo hace incrementar mi admiración y envidia.

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  2. Buena circular David, a pesar del mal tiempo, me la guardo en mi lista de pendientes, que al Erata he subido solo por la vía normal. Nosotros al final nos quedamos en casa, recuperandome de un virus de esos que anda suelto. Un saludo

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  3. Hola JM. Yo creo que todavía conservo algún gen rebelde del hombre "cazador" y no me adapto al sedentarismo que se adueño de nuestra especie hace 10.000 años. Necesito moverme, llueva, nieve, hiele o granice. Lo malo es cuando arrastro a otro/as. Pero bueno, la verdad que al final todos acabaron contentos con la experiencia, incluso Elena.

    Hola Eduardo. Esta ruta coincide en su parte con otra más larga que hicimos en bici este pasado verano. La subida por la pista es larga pero muy tranquila y en verano viene bien pillar sombra. Bueno, espero que ya estés recuperado.

    Saludos a ambos

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  4. David, una duda:
    ¿Que tal está la pista de subida, para hacerla en BTT?
    ¡Gracias¡
    Fer

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  5. Hola Fer.
    Se puede subir en bici, la pista es buena aunque hay repechos donde hay que empujar (al menos yo). De hecho hicimos una circular en BTT pasando por esa pista este verano. En este enlace tienes todos los detalles.

    http://buscandobucardos.blogspot.com.es/2013/08/btt-erata-2003-m-circular-desde-biescas.html

    Saludos.

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  6. Gracias¡¡
    Buena vuelta os dísteis...
    Salud¡

    Fer

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Gracias por vuestros comentarios y sugerencias.