Faja de la Pardina y Cañón de Añisclo

Circular desde Nerín

Daniel observa el Cañón de Añisclo tras haber cruzado el barranco de Capradiza

5 de octubre de 2.013,

   

   Este sábado teníamos pensada una ruta uniendo varios tresmiles en el Macizo de Monte Perdido. Las precipitaciones de los dos últimos días han sido en forma de nieve por encima de los tres mil metros. Temiendo encontrar una resbaladiza capa de nieve helada descartamos la idea original y buscamos un objetivo menos arriesgado  a cotas más bajas.

   Hablo con Daniel y nos decantamos por recorrer la Faja Pardina subiendo desde Nerín, ninguno de los dos la conocemos. Intentaremos además hacer un recorrido circular regresando por el Cañón de Añisclo. La ruta es larga pero atraviesa lugares de gran belleza paisajística.

  Teníamos noticias de que se puede bajar hasta el fondo del Cañón de Añisclo por las inmediaciones del barranco de la Capradiza por su margen orográfica izquierda. Vamos con la idea de intentar encontrar ese sendero, del que nadie ha sabido darnos datos concretos. En caso de no dar con la bajada disponemos de un plan B, que alarga notablemente el recorrido, subiendo hasta las inmediaciones de la Sierra Custodia para enlazar con el GR que baja desde Góriz a Añisclo.

   Aparcamos en el arranque de la pista restringida a vehículos particulares que sube desde Nerín a Cuello Gordo (cota 1.270 m.). Comenzamos a caminar a las 09:10 por dicha pista pero enseguida nos desviamos por el sendero que va acortando las largas lazadas  que hace el camino rodado.

  En pocos minutos dejamos a la derecha el desvío al Pico Mondoto. Más arriba, sobre la cota 1.700,  pasaremos también por el cruce del sendero que sube desde Fanlo.

  A las 10:45 alcanzamos la cabaña de “Cuello Arenas” (1.885 m.). En este punto tenemos la opción de bajar hacia el fondo del Barranco de la Pardina, que nos llevaría hasta la confluencia con el Cañón de Añisclo, o seguir por la izquierda en dirección norte para ir en busca del comienzo de la Faja de la Pardina, que discurre por el otro lado del barranco.

   Continuaremos por tanto sin perder altura por la senda que bordea la cabecera del barranco en busca del inicio de la Faja (cota 1.920 m.).

   Encontraremos algunos carteles indicadores que nos facilitan el recorrido. Para entrar en la Faja de la Pardina descendemos un pequeño resalte que nos deposita en un rellano repleto de ortigas. Una vez dejamos atrás las molestas plantas urticáceas comenzaremos a recorrer toda la Faja en dirección Este. El barranco quedará a nuestra derecha cada vez más profundo.

  La parte más bonita la encontraremos en el tramo final donde la aérea Faja serpentea salvando algunos salientes conforme se aproxima a la vertical con el Cañón de Añisclo. Un par de cascadas se precipitan desde lo alto creando un arco iris al contraluz. Una de ellas lleva bastante caudal fruto de las recientes lluvias y tendremos que sortearla bien pegados a la muralla para no acabar empapados.

   Alcanzado el Cañón de Añisclo, que podremos contemplar a vista de pájaro, tendremos que levantar la cabeza en busca de una canal equipada por donde se abandona la Faja para salir a los rellanos superiores.  A nuestros pies está el paraje denominado “La Ripareta” donde el río Bellós baja calmado y se toma un momentáneo respiro tras su agitado descenso por los estrechos  de Añisclo.

     Remontamos una pequeña loma herbosa hasta el pie de la canal. Una sirga y unas pocas grapas a modo de sencilla ferrata nos ayudarán a superarla sin dificultad.

  Una vez arriba disfrutaremos de fantásticas vistas de las Tres Marías y las murallas meridionales del Macizo de Monte Perdido. Caminaremos un buen rato hacia el norte, por terreno de ásperos y ariscos pastos, perdiendo altitud ligeramente, en busca del Barranco de Capradiza.

  Pasaremos junto a un par de refugios ganaderos en cuyas inmediaciones pastan rebaños de vacas, aprovechando las últimas briznas de hierba reseca. Sobre las 13.00 alcanzamos el “Puente Medieval” que permite atravesar el Barranco de Capradiza (cota 1.763 m.).

   Tras cruzar el puente nos acercamos a los cortados que caen hacia Añisclo. Vamos atentos para ver si vemos algún hito o indicio de un posible sendero que descienda al Cañón.

  Como no vemos ninguna marca continuamos caminando hacia el norte. Conforme ganamos altura los abismos que nos separan del cauce del río Bellos, 200 metros más abajo, son cada vez más espantosos y verticales.

  Tenemos claro que si existía una forma de bajar tenía que ser muy cerca del cauce del Barranco de Capradiza, que es donde las curvas de nivel están más separadas, y eso ya lo hemos dejado atrás.

  Como el día es corto y no podemos perder tiempo decidimos pasar al plan B y ponemos rumbo directo hacia Punta Custodia, que aparece al noroeste. Remontaremos más de 300 metros de desnivel por yermas y desoladas lomas, que no ofrecen más dificultad que el esfuerzo de subir, hasta alcanzar el amplio collado al Este de Sierra Custodia (cota 2.260 m.). Estamos cerca del Collado Superior de Góriz.

  A poca distancia, por el norte, podremos contemplar la estilizada y cilíndrica silueta que presenta la “Torre de Góriz”, también llamada “Morrón de Arrablo”.

   Aquí confluiremos con la variante del GR11 que desciende por el Barranco de la Fon Blanca. Un paraje kárstico, encajonado entre altas paredes blanquecinas y por donde discurre un tumultuoso barranco que se precipita formando preciosas cascadas, a los pies del pico Punta de las Olas.

   Las marcas blanquirrojas del GR nos guían, perdiendo altitud rápidamente. El sendero es fácil pero se salvan un par de resaltes rocosos algo expuestos que podrían ser peligrosos en caso de encontrar nieve helada. Esta ruta no parece muy recomendable en temporada invernal.

   A las 15:20 alcanzamos por fin el puente sobre el río Bellós (1.660 m.), justo en la confluencia del barranco por donde hemos descendido con otro barranco que baja por el norte procedente del Collado de Añisclo, que se divisa a lo lejos.

  Paramos a comer junto al río. El paisaje es impresionante. La gran surgencia de la Fon Blanca emerge por encima de una cornisa en la enorme pared sur del “Punta de las Olas”. Pero los dos barrancos que aquí se unen también forman múltiples cascadas, muy crecidas por las lluvias. El rumor del agua, las altas murallas que encierran el Cañón y las nubes oscuras le dan un aspecto de naturaleza salvaje.

  Tras reponer fuerzas continuamos nuestro camino. Ya “solo” nos falta recorrer todo el Cañón de Añisclo acompañados por las aguas del río Bellós hasta alcanzar el desvío que sube hacia Sercué y Nerín. Nos esperan más de diez kilómetros de sendero por bosques, caminando unas veces junto a estruendosas cascadas y otras a orillas de un amansado río, siempre encajonados entre altos muros.

   Alcanzado el desvío (cota 1.021 m.) todavía tendremos que remontar unos 200 metros de desnivel para trasponer el collado que nos conducirá hasta Sercué (1.190 m.), un pueblo antaño deshabitado pero donde ya se han rehabilitado media docena de viviendas.

  Desde Sercué ya vemos Nerín en lo alto de la loma, todavía lejos. Aun tendremos que caminar un buen trecho y recorrer  el sendero que serpentea por la ladera repleta de matorral hasta completar el círculo, justo cuando comienza a anochecer. Nos tomaremos una cerveza fría mientras el sol se oculta definitivamente. Ha sido una ruta larga y exigente pero ampliamente recompensada por los preciosos parajes que hemos podido recorrer y conocer.

 

• Desnivel + acumulado: 1.653 m. 
• Horario total: 10 h. 15 min. 
• Distancia recorrida: 34 km.

Llegando a Cuello Arenas. Tres Sorores y Tres Marías aparecen al fondo

Daniel observa el barranco de la Pardina. Por el otro lado ya se aprecia la Faja que recorreremos

Cabecera del barranco de la Pardina. Se nota que ha estado lloviendo

Faja de la Pardina

Cascadas desplomándose por encima de la Faja. Alguna de ellas nos mojará al atravesarla

Impresionantes cortados. Daniel casi no se ve, engullido en la enorme pared

Al finalizar la Faja subimos una pequeña loma en busca de la "Ferrata"

La Suca y las Tres Marías aparecen tras alcanzar el rellano superior. Un buitre sobrevuela

El Collado de Añisclo, flanqueado por la Punta de las Olas y la Suca

Caminando hacia el Norte pasamos junto a este refugio de pastores. Punta de las Olas al fondo

Preciosas vistas hacia la cabecera del Cañón de Añisclo

Cañón de Añisclo. Por allá abajo caminaremos dentro de unas horas

Alcanzamos un collado al Este de Punta Custodia y enlazamos con el GR. Torre de Góriz en el centro de la imagen

Descendiendo por el bonito barranco de la Fon Blanca, siguiendo las marcas de GR

El barranco forma impresionantes cascadas. Torre de Góriz o Morrón de Arrablo al fondo

Barranco de la Fon Blanca

Perdemos altura rápidamente en dirección al Cañón de Añisclo

Otra cascada que forma el Barranco de la Fon Blanca

Ya se abre a la derecha el Cañón de Añisclo

En el paraje de la Fon Blanca se unen los barrancos que bajan de la Torre de Góriz y del Collado de Añisclo

La Fon Blanca. Se ve la gran surgencia que sale de las paredes de la Punta de las Olas

Merece la pena darse la vuelta mientras nos alejamos

Bajando por el Cañón de Añisclo. A lo lejos se aprecia el Collado de Añisclo

Levitando sobre las aguas. Las cascadas bajan caudalosas

Las paredes de las Sestrales

Atardece en Peña Montañesa

Sestrales bañadas por la luz de la tarde y Peña Montañesa al fondo

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