jueves, 31 de enero de 2013

Erata (2.003 m.)


Ascensión con esquís desde Espierre

Hacia el norte se distinguen las cimas del Bachesango y del Toronzué, donde ascendimos dos días más tarde

27 de enero de 2013,    

   Este domingo hemos quedado para ascender al Erata con esquís por su vertiente oeste saliendo desde la pequeña población de Espierre. Queremos aprovechar la buena innivación en cotas bajas tras las recientes nevadas y elegimos esta sencilla cima con escaso riesgo de aludes.

  A las ocho de la mañana salgo de Panticosa, llueve a cántaros. Sabíamos que el tiempo empeoraba a partir del mediodía pero parece que la borrasca se ha adelantado.

  Al llegar a Biescas, nuestro punto de reunión, la lluvia va remitiendo. Daniel y Rafa nos confirman que en Jaca también llovía. Por un momento nos “tememos” que terminaremos comiéndonos un par de huevos fritos mientras vemos llover por la ventana. Pero ya que hemos venido hasta aquí decidimos subir a Espierre e intentarlo.

   Continuamos por la carretera del Cotefablo hacia Gavín y antes de llegar al pueblo nos desviamos a la derecha por la estrecha pista asfaltada que sube hacia Barbenuta y Espierre. El desvío está  señalizado y coincide con la entrada al Camping de Gavín. La última vez que subí por aquí recuerdo que la pista era de tierra.

   Llegamos a Espierre (1.230 m.) y nos encontramos que no hay sitio para dejar los coches. La quitanieves ha limpiado la carretera justo hasta donde empieza la pista de tierra y los pocos espacios que hay en los arcenes ya están ocupados por vehículos. Analizamos la situación, tenemos que buscar espacio para tres coches nada menos, algo poco sencillo si tenemos en cuenta que también hay hielo. Tras elegir las posibles ubicaciones sacamos las palas de las mochilas y comenzamos a abrir huecos intentando no obstaculizar el paso hacia la pista.

   Tras palear un rato logramos por fin “encajar” los coches en los agujeros que hemos ganado a la nieve. Ya hemos entrado en calor. Hemos descubierto incluso la utilidad de llevar la pala en la mochila. Además el tiempo ha mejorado. Ya no llueve y tenemos buena visibilidad. Alentados por esta ventana de buen tiempo nos preparamos sin demora y comenzamos a foquear.

  Da gusto salir desde el mismo coche con los esquís puestos. Los primeros kilómetros tendremos que seguir la larga pista que se dirige hacia el Este,  directamente hacia las faldas del Erata, cuya cumbre se distingue a lo lejos.

   Durante medio kilómetro seguiremos las rodadas de un todoterreno. Cuando estas desaparecen nos encontramos la huella de unas raquetas que nos acompañarán durante un par de kilómetros hasta la ermita de San Juan. Uno pensaría que se trata de una borda, pues tal es el aspecto que presenta, con una planta simple y rectangular. Parece haber sido restaurada en fechas recientes. Carece de ábside, de torre y de ornamentos. Me asomo al otro lado, a la fachada sur, y descubro una bella puerta con arco de herradura, quizás la única prueba de que estamos ante un templo.

   Continuamos por la pista. A partir de ahora tendremos que abrir huella. Habremos recorrido algo más de un kilómetro adicional cuando el camino se decide a ganar altitud y hace un par de lazadas. A nuestra izquierda, sobre el cercano cordal se adivina un poste indicador y hacia allí nos dirigimos, abandonando ya la pista. El poste marca el cruce de caminos que llevan a Yésero y Otal por el GR15. Nosotros continuaremos de momento en dirección a Otal, ascendiendo por el lomo divisorio siempre hacia el Este.

   Cruzaremos un par de masas de vegetación, muy pequeñas, compuestas principalmente de pinos que pueblan las laderas que suben por el norte desde Yésero y continuaremos ganando altura por las proximidades del cordal, con la cumbre del Erata visible al fondo y a nuestra derecha.

   Cuando nos aproximemos al pico haremos un corto flanqueo evitando al antecima que se alza al norte del Erata, creo que lo llaman Pico Yésero. De esta forma confluiremos directamente con el collado que viene del Puerto de Otal, a escasos metros ya de nuestra cima.

   Llevamos dos horas y media de excursión cuando alcanzamos el vértice geodésico en la cumbre. Un poco más al sur, bastante cerca y a una cota sensiblemente inferior, se aprecia la pequeña ermita de San Benito, reconstruida en su totalidad hace muy pocos años, pues de la anterior solo se conservaban escombros.

   Estando en la cumbre comienza a soplar un viento frío y el horizonte se cubre rápidamente. Esta vez parece que la borrasca viene de verdad. No queremos tentar más a la suerte, así que decidimos bajar lo antes posible. Regresaremos sobre nuestras huellas. Nos tememos que por la pista tendremos que “remar” pero para nuestra sorpresa pudimos dejarnos deslizar sobre los esquís casi sin esfuerzo la mayor parte del tiempo, gracias en parte a la buena huella que a modo de trinchera fuimos abriendo durante la subida.

   En apenas una hora ya estamos de nuevo en Espierre, justo cuando la lluvia comenzaba de nuevo a arreciar.

  •  Desnivel + acumulado: 770 m
  • Horario total: 4 h. 
  • Distancia recorrida: 13,5 Km.



Tras "abrir" huecos para aparcar, junto a la iglesia de San Esteban (Espierre)


La visibilidad mejora y vemos la cima del Erata por encima del caserío de Espierre


Daniel por el cordal con el valle de Biescas al fondo


Ermita de San Benito, al sur de la cima del Erata


Al otro lado del valle donde se enclava el pueblo de Otal vemos el cordal del Pelopín al Monchoya (o Manchoya)


En la cima del Erata el tiempo empeora rápidamente y nos preparamos para bajar


Track del recorrido en Google





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